Este circuito desvela el lado más salvaje de Jamaica: la vida nocturna de Kingston, los escarpados picos de las Blue Mountains y la bella e indómita vegetación de la parroquia de Portland.
El recorrido arranca con tres días en Kingston de visitas, comida excelente y una vida nocturna inagotable. No hay que perderse el arte de la National Gallery y de Life Yard. Se va a ver la antigua Devon House, y de paso se disfruta de las mejores empanadas y helados de toda Jamaica. Después se visita el Bob Marley Museum. Tras una cena en algún restaurante de categoría, se recomienda entregarse a una de las noches más animadas de todo el Caribe, p. ej., en el famoso Dub Club. Uno de los días se puede ir a Port Royal, un antiguo refugio de corsarios y piratas que fue destrozado por un terremoto.
Si las colinas que se alzan sobre la ciudad resultan seductoras, entonces es hora de encaminarse a las Blue Mountains. Los paisajes sobrecogedores y el aire puro están garantizados por los caminos del Blue Mountains-John Crow National Park. De madrugada, se sube a la Blue Mountain, el pico más alto de Jamaica. Los más aventureros pueden bajar de las montañas en un circuito en bicicleta, aunque también se puede disfrutar de un día agradable viendo cómo el café más preciado de todo el Caribe hace el proceso desde el grano hasta la taza en uno de las muchos cafetales de la zona.
Se baja de las Blue Mountains a la parroquia de Portland, en la extensión más bonita de la costa norte. Se recorren las atractivas calles de Port Antonio y se busca un alojamiento íntimo al este de la localidad o en la encantadora zona histórica del puerto. Al este de Port Antonio hay más pueblos seductores, con playas y alojamientos atractivos.
Se puede explorar esta franja de costa exquisita a un ritmo más o menos lento, pero el lugar invita a pasar cierto tiempo. Tras unos cinco días por la zona, de submarinismo en la Blue Lagoon y alojado en la magnífica Kanopi House, se visita la magnífica población de Boston Bay (hogar de la cocina con jerk) y se para en Manchioneal, un punto de partida fantástico para visitar las sublimes cascadas Reach, de las mejores de la isla.