Se empieza con un paseo por San Telmo, curioseando en las tiendas de antigüedades. Se camina hacia el norte hasta la plaza de Mayo para aprender un poco de historia y después se pasea por el centro, quizá desviándose al este hasta Puerto Madero, ideal para una pausa. Se continúa en dirección norte hasta Retiro y Recoleta, con parada en el Museo Nacional de Bellas Artes para admirar su impresionismo. En el cementerio de la Recoleta se dedicará un recuerdo a las élites bonaerenses de antaño. Para cenar y vivir la noche, Palermo Viejo es insuperable.