Con este recorrido el viajero se apartará de la principal ruta turística para entrar en el cálido sur de Bolivia. Por el camino hay rutas de excursionismo, centros culturales y vigorosos paisajes urbanos.
Se puede empezar con unos días de fiesta loca en Santa Cruz, la segunda ciudad de Bolivia. Es muy divertido conocer la cultura camba (tierras bajas) mientras se pasea por sus calles. Después hay que salir de la ciudad y pasarse una semana de aventura por el circuito de las Misiones Jesuitas, una sucesión de preciosas misiones que aúnan música barroca y fe con relajada cultura guaraní. Se puede regresar a Santa Cruz y enfilar hacia las ruinas preincaicas en Samaipata y ver animales en el Parque Nacional y Área de Uso Múltiple Amboró. Desde el parque (retrocediendo por Samaipata y Santa Cruz), hay que bajar hasta la tranquila ciudad de Tarija, en territorio vitivinícola. Después de unos días en la ciudad, uno puede cerrar el periplo con excursiones por el camino inca por la Reserva Biológica Cordillera de Sama o por uno de los muchos parques nacionales de la región de Chaco.