Salidas breves desde Ulán Bator permiten conocer la vida rural sin perder mucho tiempo recorriendo las interminables carreteras del país.
Desde Ulán Bator hay que dirigirse al Parque Nacional de Hustai para pernoctar y poder ver los caballos salvajes takhis. De vuelta en la capital, hay que conseguir transporte al Mandshir Khiid, en el aimag de Töv, desde donde se regresa a Ulán Bator caminando por el monte. Esta excursión puede hacerse en una jornada o durmiendo por el camino.
Otro día se puede ir al este hacia el Parque Nacional de Gorkhi-Terelj, que ofrece numerosas actividades como bicicleta de montaña, paseos a caballo, escalada, senderismo y rafting. E incluso probar el queso y las carnes ahumadas artesanalmente por Bert, el quesero holandés.
Si dispone de vehículo, es posible adentrarse más al este para ver la enorme estatua de Gengis Kan en Tsonjin Boldog.
En Ulán Bator se reserva un día para visitar el Museo Nacional de Mongolia, el Gandan Khiid y el Palacio de Invierno del Bogd Kan. Si queda tiempo, se puede ver el Aglag Khiid, 100 km al norte de la ciudad.