El 2020 es el año perfecto para planificar ir de ‘camping’ en las vacaciones

Texto por
Caterina Hrysomallis, autora de Lonely Planet
Ir de ‘camping’ en las vacaciones
Mavrick_Shutterstock

Los motivos y beneficios de acampar, según una autora de Lonely Planet

En la época del coronavirus este tipo de vacaciones satisfacen nuestra sed de aventura y aire libre. Puedes quedarte cerca de casa, tienes más control sobre el destino y resultan asequibles. Así que, tanto si el lector todavía es un novato en esto de la acampada como si se ha convertido en un campista experto que aprovecha cualquier excusa para cantar las excelencias del entorno natural, aquí va un buen puñado de argumentos para disfrutar de un verano de camping.

Ir de ‘camping’ en las vacaciones: paisajes

Una aventura en plena naturaleza obliga a desconectar de la tecnología © Francesco_Politi_500px

 

No me he criado en una familia aficionada a ir de camping; en realidad a mi familia le daba la risa con tan solo pensar en irse de camping. Mi primer par de botas de montaña me lo compraron solo porque las necesitaba para una acampada de dos noches que hacíamos con el colegio. Durante mucho tiempo no tuve ni idea de lo que hacía: mi capacidad para montar una tienda de campaña era la misma que tenía para hablar portugués; pero como sucede con todo, una nunca es demasiado vieja (o joven) para aprender a disfrutar de las cosas. 

¿Y cómo ha terminado por gustarme lo de ir de camping? Pues la verdad es que conocer a un forofo del camping ayuda. Y ese forofo es mi infatigable e intrépido compañero kiwi, que creció en el entorno natural de Nueva Zelanda yendo de excursión, a pescar y de acampada los fines de semana. Él fue quién me inició en todo esto, y ahora soy una campista feliz. Me encanta el sosegado contraste que esta actividad genera en mi agitada vida de urbanita. Pocas actividades consiguen que bajes un poco el ritmo y recargues las pilas como lo hace el camping

 

1. Ir de ‘camping’ para mejorar la salud física y mental

Ir de ‘camping’ para mejorar la salud física y mental

Disfrutando de las vistas durante una salida de camping © DNY59 / Getty Images

 

Existen estudios que sugieren que ir de camping puede mejorar los patrones de sueño, además de regular el ritmo circadiano (nuestro reloj corporal interno). Estos beneficios dependen también de la calidad del material que utilicemos, como una tienda de campaña de buena calidad que resista bien a la intemperie y nos permita dormir con total tranquilidad. Una aventura en la naturaleza también nos obliga a distanciarnos de la tecnología; y esta es una de las razones por las que me gusta tanto ir de camping. Restarles tiempo a las pantallas y desconectar de los aparatos electrónicos rompe los ciclos de dopamina artificiales. 

Además, el camping suele ir de la mano con otras actividades recreativas –excursionismo, natación, pesca– que nos ayudan a respirar aire fresco, a tonificar nuestro corazón y, si tenemos suerte y hace sol, a absorber vitamina D. Un estudio sanitario público del 2017 incluso sostiene que la práctica de los ‘baños de bosque’ (pasar un tiempo rodeado de árboles) tiene “efectos terapéuticos” sobre el sistema inmunológico, el sistema cardiovascular y el sistema respiratorio. También puede reducir los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, ayudar a la relajación mental y aumentar las sensaciones positivas.  


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2. Ir de ‘camping’ es una manera de viajar de forma más sostenible

Ir de ‘camping’ es una manera de viajar de forma más sostenible

Nunca hay que dejar rastro en el lugar donde acampó © vovashevchuk / Getty Images

 

Muchos de nosotros nos hemos visto obligados a pisar el freno de nuestra frenética vida diaria y a reconsiderar nuestros estilos de vida,  que no solamente impactan a la gente que nos rodea sino que también tienen su impacto sobre el planeta. Estar al aire libre, contemplando la autenticidad y la fragilidad de la naturaleza, hace que muchas personas sean capaces de apreciar mucho mejor su entorno y se den cuenta del daño que le hacemos a nuestro planeta. 

El camping anima a la gente a dejar tras de sí la mínima huella posible, para proteger el territorio y la fauna y la flora que habitan en él. Debo confesar que yo pertenezco a la clase de australianos que tienden a irse de viaje al extranjero, esquivando la idea de explorar a fondo mi país primero; pero cuando elegimos ir de camping podemos reducir a la vez el coste del viaje y nuestra huella medioambiental. En lugar de montar en un avión, un barco o un autobús, quizá lo único que necesitamos para satisfacer nuestras ganas de viajar es alejarnos un par de horas de casa, en plena naturaleza.

 

3. Ir de ‘camping’ a destinos locales para reducir el riesgo de toparse con futuras restricciones de viajes 

Ir de ‘camping’ a destinos locales

Con la incertidumbre que generan ahora los viajes internacionales, este verano tiene sentido pasar las vacaciones lo más cerquita posible para disfrutar de grandes paisajes, como el Salto del Nervión, el más grande de España © Mimadeo / Shuttesrtock

 

Como he aprendido, es imposible predecir cómo va a ser el mundo pospandemia; sobre todo en cuanto al turismo. Los viajes internacionales deberán enfrentarse a grandes desafíos mientras los países intentan controlar la crisis del coronavirus dentro de sus fronteras.

Si este año nuestros planes para las vacaciones se quedan en un ámbito más local, reduciremos el riesgo de toparnos con restricciones de movimiento, que pueden aparecer de forma espontánea y provocar mucho estrés a los turistas.

 

4. Ir de ‘camping’ es una forma de conectar con los seres queridos

Ir de ‘camping’ es una forma de conectar con los seres queridos

Disfrutando de una hoguera con la familia © visualspace / Getty Images

 

Dicen que no conoces realmente a una persona hasta que convives con ella; pues resulta que esta máxima va un paso más allá cuando te vas de camping con esa persona. La ocasión de pasar un tiempo de calidad, sin prisas, presente con la familia y los amigos puede reforzar las relaciones y ayudarnos a apreciar mejor a la gente que nos rodea.

Sentirse unidos por tierras, estrellas, océanos, bosques y montañas inimaginables puede generar recuerdos que durarán toda la vida. Inspirarnos, recalibrar y descubrir formas únicas de libertad son ventajas que no admiten discusión.  


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Y, estando al aire libre, se puede disfrutar de un viaje a los fascinantes cielos oscuros y la observación de estrellas

 

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