Con Wheel the World los viajeros con discapacidad pueden viajar a destinos tan remotos como el desierto de Atacama, en Chile © Cortesía de Wheel the World
Desde subir al Machu Picchu hasta saltar en paracaídas en Santiago, Wheel the World redefine el turismo y el sector recreativo para las personas con discapacidad. De esta manera consigue que las personas con necesidades físicas adicionales disfruten de aquel viaje de sus sueños que quizá no creían posible.
La empresa la fundaron en el 2018 los chilenos Álvaro Silberstein y Camilo Navarro, tras instalarse en Estados Unidos para estudiar en una escuela de negocios. Álvaro usa silla de ruedas desde los 18 años, cuando un accidente de coche le dejó tetrapléjico, y sus ganas de viajar fueron la chispa que encendió la pasión por el turismo accesible para personas en una situación parecida a la suya.
Buceando en la Isla de Pascua, Chile © Cortesía de Wheel the World
El sueño de Álvaro era visitar el Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia, pero, como muchos otros destinos viajeros del mundo, su nula accesibilidad hacía que fuera un sueño imposible. De modo que Camilo y él empezaron a investigar, buscando alojamientos y sistemas de transporte accesibles para ver si podían cumplir su sueño de viajar juntos.
Y entonces descubrieron la Joëlette, una silla de ruedas de senderismo muy ligera, fabricada especialmente para circular por terrenos agrestes, que les permitió competir en el W Trek, una travesía de cinco días por la ruta más famosa de Torres del Paine.
En Oaxaca, México © Cortesía de Wheel the World
Documentaron aquella aventura, que es de las que te cambian la vida, con vídeos y fotografías, con la esperanza de motivar a otras personas. Y cientos de personas con discapacidad que querían hacer el mismo viaje se pusieron en contacto con ellos. Aquel fue el pistoletazo de salida para crear Wheel the World, que hoy ofrece experiencias viajeras accesibles y travesías de varios días a medida a más de 30 destinos en 15 países.
De primera mano
«Nunca pensé que podría ir a San Pedro, porque mi esclerosis múltiple había avanzado mucho, pero Wheel the World tiene un gran equipo humano muy preparado para trabajar con personas con discapacidad y que necesitan un material especial. Nos llevaron a cada ruta, dándome total flexibilidad para cambiar de planes si era necesario y tuvieron toda la paciencia del mundo para seguir mi ritmo lento, haciendo paradas extra para que me sintiera bien».
Karina Grunwald, clienta de Wheel the World que viajó a San Pedro de Atacama.
