Esta ruta explora las principales atracciones del país, desde la capital hasta la costa del mar Negro, con Plovdiv de por medio.
Se empieza pasando tres días en Sofía, la animada capital de Bulgaria, donde se visitan la iglesia monumento de Alejandro Nevski y un par de museos, y se hace una excursión de un día al espléndido monasterio de Rila.
Se toma un autobús o el tren al este hasta Plovdiv, la segunda ciudad del país, ideal para pasar dos días entre su encantador casco antiguo, sus ruinas romanas y su bohemia vida nocturna; quizá se quiera invertir medio día para visitar la fortaleza de Asen y el monasterio de Bachkovo.
Otro autobús o tren lleva a tranquila Burgas, en la costa del mar Negro, donde se pasa al menos una noche antes de subir a otro autobús para cubrir el corto trayecto al sur hasta la antigua ciudad de Sozopol, que ocupará uno o dos días más con sus pintorescas calles adoquinadas y sus atractivas playas de arena. En verano, se puede tomar un ferri a Nesebâr, famosa por sus numerosas iglesias medievales.
Se regresa a Burgas para tomar el autobús o el tren de vuelta a Sofía.