La Casa de Pilatos es el mejor ejemplo de arquitectura renacentista privada en la ciudad, a pocos pasos de la imponente iglesia del Salvador, obra maestra del barroco. La animada plaza del Salvador es ideal para tomar unas cañas, p. ej., en La Antigua Bodeguita.
Se almuerza en Casa Robles, para después –previa reserva– conocer el ayuntamiento con una visita guiada. Al lado queda la calle Sierpes, con sus comercios tradicionales como Artesanía Textil.
Cena y copa pueden coronar la intensa la jornada en el San Marco Santa Cruz, unos baños árabes convertidos en restaurante, y copa en la terraza del Hotel EME, con unas vistas inmejorables.