Se empieza en Santa Cruz, donde hay que admirar las obras clásicas del Museo de Bellas Artes y los encantos al aire libre del parque García Sanabria.
Luego se contempla la maravillosa arquitectura contemporánea del Tenerife Espacio de las Artes (TEA); la galería de arte moderno de la isla, y se visita el Museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA) para descubrir cómo era la vida en el pasado.
El día termina con un paseo hasta el Auditorio de Tenerife o el cercano Palmetum y un trayecto en tranvía a La Laguna para disfrutar por la noche de los bares y tascas del ambiente estudiantil del El Cuadrilátero.