Se desayuna sobre la marcha en una de las pastelerías de La Orotava antes de subir a las alturas del impresionante Parque Nacional del Teide.
Los viajeros que estén en forma pueden dedicar el día a subir andando a la cima (hay que reservar). Los demás pueden optar por la vía fácil, el teleférico, que llega hasta un poco más abajo de la cumbre.
Todo el mundo puede disfrutar del paseo alrededor de los Roques de García, fácil pero maravilloso. Para terminar, hay que viajar hasta Los Cristianos, al sur, y degustar una merecida cena a base de pescado en el veterano El Cine.