El último día se puede dedicar al Óbuda para saber cómo se juntaron Buda, Óbuda y Pest. El Museo Vasarely y su op art nunca fallan y el Museo Húngaro del Comercio y el Turismo es una delicia. También está Aquincum, a un corto trayecto en tren HÉV.
Por la tarde váyase al puente de Margarita. Coronando la colina está la tumba de Gül Baba, el único lugar de peregrinación musulmán del norte de Europa. Y después a mimarse un poco en los Baños Veli Bej.
Por la noche hay que cruzar el puente de Margarita hasta Újlipótváros y el Budapest Jazz Club, el local de jazz más serio de Budapest.