Se puede pasar la primera mañana en la colina del Castillo y disfrutar de las vistas desde el Palacio Real. Aquí hay muchos museos, pero se recomiendan la Galería Nacional Húngara para conocer las bellas artes del país o el Museo del Castillo para indagar en el tortuoso pasado de la ciudad.
Por la tarde, bájese en el Sikló (funicular) hasta Clark Ádám tér y súbase por Fő utca para remojarse en los Baños Király.
Y, si apetece, se puede mirar si hay algún táncház (música y danza folclóricos) en el Centro Cultural Budavár, debajo de la colina del Castillo, o ir a por cócteles y música al Oscar American Bar, al sur de la plaza.