Esta ruta circular recorre en un mes "lo mejor de Suiza", desde lagos a viñedos, montañas a merengues.
Se comienza en Ginebra, con interesantes museos y el emblemático surtidor. Se puede seguir la carretera lenta hacia el este, paralela a la orilla sur del lago, en Francia (con parada para almorzar en Yvoire), o la carretera rápida (A1), paralela a la orilla norte suiza (aquí se puede almorzar en Lausana, Vevey o Montreux). Luego para en Martigny, con gran oferta artística, y Sion, coronada por un castillo. Un paseo por aquí permite ver sus viñedos y disfrutar de sus vinos y la cocina del Valais. Yendo hacia el este por el valle del Ródano conviene parar en Leukerbad por sus baños termales. En Visp hay que dirigirse hacia el sur para contemplar el Cervino desde las calles, laderas y senderos de la elegante Zermatt, vedada a los automóviles.
La segunda semana pruébese el Glacier Express para ir en tren a Oberwald. Se puede parar en Betten y subir en teleférico al fotogénico Bettmeralp, con calles sin tráfico y vistas increíbles del glaciar Aletsch (de 23 km de largo) desde lo alto del Bettmerhorn. A partir de Oberwald se toma rumbo norte por el puerto de montaña de Grimsel (2165 m) hasta Meiringen (¡aquí hay que comer merengue!) y oeste para entrar en la región del Jungfrau, con su tren a la estación de esquí más alta de Europa; lo mejor es alojarse en Interlaken o Grindelwald. Aquellos que prefieran la pasión italiana a los extremos alpinos pueden continuar en el Glacier Express hasta Andermatt y desde allí dirigirse al Tesino para ver los lagos y ciudades de Lugano y Locarno.
La tercera semana se va en dirección norte hasta Lucerna, de donde salen barcos a bonitas poblaciones a orillas del lago como Weggis y Brunnen. Tras saborear un kirschtorte (pastel de cerezas) en la rica y medieval Zug se sigue hacia el norte para pasar cinco días en Zúrich. Si apetece cruzar la frontera, Vaduz, capital de Liechtenstein, queda cerca. San Galo es la siguiente parada. Desde allí se puede dedicar una semana a recorrer el norte de Suiza.
Desde el Jura hay que ir hacia el sur hasta Neuchâtel, en la ribera norte del lago homónimo. De allí la autopista lleva a Lausana, junto al lago Lemán, o incluso hasta Ginebra.