La capital del Algarve posee un ambiente más inequívocamente portugués que las localidades más turísticas de la región. Cuenta con un atractivo puerto deportivo, bellos parques y plazas y una pintoresca cidade velha (ciudad vieja) rodeada de murallas medievales, con sinuosas y empedradas calles peatonales, plazas, museos, iglesias y cafés con terraza. A sus puertas aguardan las lagunas del Parque Natural da Ria Formosa, playas y arenales.