Con la aguja dorada del Almirantazgo como eje y extendiéndose hacia el río Fontanka, el centro histórico de San Petersburgo cuenta con un montón de puntos de interés obvios, como el Hermitage, el Museo Estatal Ruso y la iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada, sin olvidar la avenida más famosa de la ciudad: Nevsky Prospekt. También cuenta con joyas curiosas y parques preciosos.

Lo mejor en un día

Para llevarse una primera impresión inolvidable hay que ir primero a la amplísima plaza del Palacio: a un lado se alza el palacio de Invierno, sede de la principal colección del Hermitage; al otro se halla el majestuoso edificio del Estado Mayor, cuya ala este alberga la espectacular colección de obras impresionistas y posimpresionistas del Hermitage. Solo hay que elegir qué colección ver y pasar la mañana maravillándose ante tantísima obra de arte.

Después se puede pasear por el resto del barrio. La espectacular e incongruente iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada es una parada obligada, como también lo es la cúpula de la catedral de San Isaac. Para descansar un rato, es buena idea ir al frondoso jardín de Verano del jardín Mikhailovsky.

Al anochecer se puede disfrutar del ocio de primera que ofrecen los teatros que rodean pl Iskusstv y pl Ostrovskogo o ir a los clubes y coctelerías que se esconden en los sitios más inesperados.