El centro

Cuesta del Bailío, Córdoba, España
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El epicentro de la ciudad comercial bulle en las Tendillas, una plaza cuadrada vigilada por el Gran Capitán montando en su caballo. Los rasgueos flamencos de su reloj dan el son a la algarabía de los alrededores, vertebrados en ejes peatonales desde la Mezquita, como en la icónica calle Cruz Conde, Gondomar o en el moderno Bulevar del Gran Capitán.

Hay que buscar estampas como el majestuoso pórtico neoclásico de Santa Victoria o la empedrada plaza de Capuchinos. A la Cuesta del Bailío le pone color la buganvilla de uno de sus muros, aunque el arte contemporáneo también encuentra su lugar en la Sala Vimcorsa y el centro de arte Pepe Espaliú.

Para el aperitivo es prescriptiva una parada en Casa El Pisto, mientras que en Los Berengueles se puede comer pescado fresco entre sus elegantes paredes. En El bar de Paco Morales el famoso chef hace un homenaje informal a la ciudad. Pero para un bocado rápido, son buenas opciones los montaditos de Casa Tollín o el sushi de La Conchinchina. Sin embargo, nadie puede abandonar Córdoba sin probar los perritos de Lucas y saborear, en temporada, el crocanti de La Flor de Levante.

 

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