Los restos de la ciudad califal de Medina Azahara duermen en las estribaciones de Sierra Morena, a poniente de la capital. Un conjunto arqueológico que emerge igual que un libro abierto para desvelar cómo fue la corte andalusí del s. X en una de las grandes capitales de aquel mundo.

Todo ello enclavado en una desconocida sierra sobre la que Córdoba recorta su silueta. A tan solo 10 min del casco urbano espera un patrimonio natural lleno de color y vida, con paisajes inesperados de bosque mediterráneo, sotos más propios del norte, arroyos en galería o dehesas con un elevado valor botánico.

El hecho histórico también se encuentra en estos parajes para los que se proponen rutas como la poética del Bejarano o la extraordinaria de los puentes romano y califal. La espiritualidad se concentra en Las Ermitas, donde su Balcón del Mundo ofrece un extenso horizonte que alcanza Sierra Nevada en los días claros.

Un bocado de comida callejera de calidad en la terraza del KalmaChicha, probar la carne de monte en alguno de los merenderos que salpican la sierra y ver el atardecer sobre Córdoba con una copa en la magnífica terraza de La Arruzafa ponen la guinda a un gran día de naturaleza.