El corazón antiguo de esta ciudad destaca por su extraordinaria belleza. Alberga los grandes iconos del pasado romano: el Coliseo; el Palatino; los foros; y el Campidoglio (colina Capitolina), histórico hogar de los Museos Capitolinos. Se trata de una zona turística de día, pero que resulta muy tranquila de noche.

Lo mejor en un día

Se empieza temprano en el Coliseo, imponente escenario de las luchas de gladiadores. La entrada da acceso también al Palatino y al Foro Romano, así que se sigue por el Palatino, donde Rómulo supuestamente fundó la ciudad. Se visitan los Orti Farnesiani para contemplar maravillosas vistas del Foro Romano, la siguiente parada.

En los Museos Capitolinos se admira su colección de esculturas clásicas, tras tomar un panini en la cafetería del museo, Terrazza Caffarelli. Se pasea por Piazza del Campidoglio de camino a la Chiesa di Santa Maria Antiqua, el monumento cristiano más antiguo del foro. Se sube hasta el Vittoriano para contemplar un increíble panorama de Roma. Si interesa un poco más de arqueología, se pueden visitar los Foros Imperiales. Para conocer aún mejor estos edificios, cabe incluir el Mercati di Traiano Museo dei Fori Imperiali.

Tras disfrutar de una cena a base de comida romana tradicional en el Terre e Domus, se remata la noche con una cerveza en el BrewDog Roma.