Namibia se está convirtiendo rápidamente en la capital regional de los deportes de aventura. Si se quiere saltar al vacío desde un avión, deslizarse por la pendiente de una duna en el desierto más antiguo del mundo, o emular a Lawrence de Arabia a lomos de un camello, este es el lugar. Una actividad típicamente africana, que exige mucha cautela, son los safaris guiados a pie por la sabana en busca de rinocerontes negros.