Europa

Bienvenidos a San Marino

Este microestado sin salida al mar ofrece vistas espectaculares desde lo alto del monte Titano, a una docena de kilómetros de la costa del mar Adriático.

San Marino ha sido una república independiente desde el 301 d.C., cuando un cantero croata construyó una iglesia en lo alto de un risco azotado por el viento. De los 193 países independientes del mundo, San Marino es el quinto más pequeño y –posiblemente– el más curioso. Su mera existencia entraña una suerte de enigma.

Único superviviente de las ciudades-estado italianas, antaño poderosas, este pequeño país pervive mucho tiempo después de que las poderosas repúblicas de Génova y Venecia fenecieran. Y ahí sigue, confiado en su condición de ser el estado soberano más antiguo del mundo y asimismo la república más antigua.

El país lo forman nueve municipios. La medieval Città di San Marino, en las laderas del monte Titano (750 m), que fue incorporada al Patrimonio Mundial de la Unesco en el 2008, atrae dos millones de visitantes al año; lo más destacado son sus vistas pintorescas, sus calles evocadoras y un conjunto de museos bastante extraños dedicados a los vampiros, la tortura, las figuras de cera y otras curiosidades.