Bienvenidos a Siria

Debido a una guerra civil que ha copado los titulares y traumatizado a la nación, Siria es un territorio vedado desde hace varios años. Pero quienes han visitado esta puerta de entrada a Oriente Medio la recuerdan por su cultura y hospitalidad.

Actualmente no se puede ir, y si se puede, no se debe ir. Las protestas pacíficas contra el régimen de Bashar al-Asad iniciadas a principios del 2011 han desembocado en una caótica y compleja guerra civil en gran parte del país. Hay violentos conflictos en el norte, en torno a Alepo, tomado por los rebeldes, Homs en el centro, y en los alrededores de Damasco, en el bastión gubernamental del sur. Aunque organizaciones como la ONU y la Liga Árabe han intentado negociar la paz, los acontecimientos son totalmente impredecibles.

Es imposible prever la duración del conflicto. Cuando acabe, sus muchos lugares históricos, desde Palmira en el desierto, a castillos de los cruzados como Crac de los Caballeros, visible desde el Mediterráneo, volverán a atraer al viajero y la amable hospitalidad de los sirios volverá a ganarse su afecto.

 

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