Nada encaja mejor con su patrimonio inglés y sus complejos vacacionales que una buena ronda de golf. Las vistas desde sus greens son espectaculares y los ocho campos de la isla irradian carácter local. Port Royal es una joya con tees y hoyos junto a acantilados tan desafiantes que podría figurar entre los mejores campos de golf del mundo. St George’s, uno de los pocos que puede presumir de hallarse en los límites de un lugar Patrimonio Mundial, regala vistas panorámicas del viejo fuerte St Catherine, bañado por un increíble mar turquesa.