Para muchos expertos es una de las mejores playas del Caribe. Extendiéndose a lo largo de casi 3 km de arena blanca y aguas con varios tonos de azul, Rincón tiene incluso un riachuelo en su extremo occidental, que invita a darse un rápido chapuzón en agua dulce al final de una larga jornada bajo el sol. Es lo bastante grande para que cualquiera disponga de su propio trozo de arena sin estar expuesto a miradas indiscretas. Un tupido palmeral ejerce de telón de fondo y, además, sirven marisco por encargo.