Ámsterdam y el Salvaje Oeste se encuentran en Paramaribo, la capital más animada de las Guayanas. Edificios coloniales en blanco y negro bordean plazas cubiertas de césped y el aroma de las especias de los locales indios de roti invade el ambiente, mientras artistas maroons venden cuadros a las puertas de fuertes holandeses.