1. Sendero de los miradores
También conocido como el sendero de los Parques Naturales, comprende 210 kilómetros en cuyo recorrido hay espacio para itinerarios adaptados para personas con discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales. Actualmente son seis las rutas totalmente adaptadas, entre ellas, el itinerario botánica de la Pleta (Garraf) o el camino del Fondal (sierra de Collserola).
2. Camino de los buenos hombres
Esta travesía rememora el exilio de los cátaros occitanos, denominados “bons homes i bones dones” (buenos hombres y buenas mujeres), que promovían el cristianismo puro y sencillo. En total son 200 kilómetros hasta Francia, pero los tramos por las comarcas de Barcelona alcanzan los 75 kilómetros, tomando como punto de partida el santuario de Queralt, en Berga. Desde allí se llega a Gósol para seguir hasta Bagà y concluir la última de las tres etapas en Bellver de Cerdanya.
3. Penedès 3 60 – slow bike
Itinerario circular de 162 kilómetros, organizado en cuatro etapas sin grandes dificultades. Las viñas están presentes en muchos momentos del trayecto, así como castillos, ermitas monasterios, pequeños pueblos, masas y construcciones de piedra seca. El recorrido empieza y acaba en Vilafranca del Penedès pasando por Sant Jaume dels Domenys, Torrelles de Foix y Sant Sadurní d’Anoia. Ideal para hacer en bicicleta y realizar un recorrido enoturístico de gran valor.
4. Caminos del obispo y abad Oliba
Esta ruta, de unos 173 kilómetros, se desenvuelve en las comarcas de Osona y el Bages, junto al Ripollès gerundense, y tiene en el arte románico uno de sus grandes atractivos, con ejemplos como los monasterios de Santa Maria de l’Estany y el de Sant Pere de Casserres, pero también en paisajes como los de los riscos de Tavertet o el embalse de Sau.
5. Camino del Llobregat
Itinerario ideal para hacer en familia en pleno contacto con la naturaleza en pequeños tramos de fácil recorrido donde los tesoros vienen en forma de castillos, puentes, ríos y juegos entre pequeños y adultos. El camino del Llobregat se extiende 170 kilómetros que permiten ir desde el nacimiento del río Llobregat, en Castellar de n’Hug, hasta la desembocadura, en el Prat del Llobregat.
6. Sendero del Mediterráneo
El sendero del Mediterráneo se extiende 162 kilómetros y cruza de norte a sur toda Cataluña junto a la costa. Se adentra en seis comarcas de la costa de Barcelona: Maresme, Vallès Oriental, Vallès Occidental, Baix Llobregat, Garraf y Alt Penedés. Ideal para conocer los pueblos costeros, playas y calas alrededor de Barcelona a través de sus caminos de ronda.
7. Travesía de los tres montes
Es un itinerario de senderismo de unos 105 kilómetros que une los parques naturales del Montseny, Sant Llorenç del Munt y el Obac y la montaña de Montserrat, pasando por los riscos protegidos de Bertí y Gallifa, en los valles del Montcau. Sin, grandes dificultades técnicas, aunque con desniveles considerables, el camino transcurre por los senderos de Sant Llorenç Savall y Mura, en un entorno cargado de mitos y leyendas, para finalizar en el Monasterio de Montserrat.
8. Camino de San Ignacio
El camino rememora el trayecto que Ignacio de Loyola, siendo caballero, hizo en 1522 desde Loyola, en Euskadi, hasta Manresa. En las comarcas de L’Anoia y el Bages, por donde transcurre este itinerario, hay un amplio abanico de alojamientos rurales que responden a las necesidades de cualquier viajero. Disfrutar del paisaje en un enclave genuino y con historia le brinda a la experiencia un plus de autenticidad e integración.
9. Ronda verde de Barcelona
Este itinerario circular cruza los grandes sistemas naturales más cercanos a la ciudad de Barcelona. Consta de seis tramos y unos 72 kilómetros que combinan entornos de rica naturaleza con espacios urbanos que ofrecen diferentes puntos de interés cultural, arquitectónico y turístico alrededor de la capital catalana.
10. Camino de Santiago
Esta gran ruta de peregrinación recorre parte de las comarcas de Barcelona y alcanza un centenar de kilómetros, divididos en ocho etapas. Merece la pena ir recargando energía con los productos autóctonos de los lugares por los que se pasa, como la longaniza de Vic, las judías y los tomates de Castellfollit de Boix, el Mató de Montserrat o el garbanzo autóctono de L’Anoia.
