Aventuras al aire libre en Flathead Valley: vivir el lado salvaje de Montana
Es imposible visitar el valle de Flathead y no sentirse parte de la frontera de lo salvaje. El valle se difumina ante un fondo montañoso lavanda que, a su vez, se funde con el cielo. Los ríos son impetuosos e indomables; los encuentros con la fauna, muy auténticos, y algunas especies –como la cabra blanca– son iconos de la región. Este es un territorio que prevalece en el recuerdo cuando uno regresa a casa.
Escondido en la esquina noroeste de Montana, Flathead Valley ofrece aventuras y experiencias únicas © gsbarclay / iStock / Getty Images Plus
Estas son algunas de las mejores formas de disfrutar las maravillas de la sorprendente región de Montana.
De excursión al Glacier National Park
Una visita a Montana no está completa sin ver el Glacier National Park, ‘la joya del continente’. Este impresionante y majestuoso testamento de la belleza de la naturaleza ofrece más de 1120 km de senderos excursionistas que atraviesan los 4000 km2 del parque. Los más elevados alcanzan picos que permiten otear el horizonte en varias direcciones, y pocos lugares ofrecen tantas opciones excursionistas de un día. Para disfrutar de las vistas se puede ir a Logan Pass, una excursión espectacular que pasa por Haystack Butte y Clements Glacier antes de llegar al puerto de montaña. Para entonces uno ya nota la altura, pero la recompensa son picos montañosos, a menudo envueltos entre nubes, por doquier. En primavera los senderos se llenan de flores, y suelen verse cabras blancas en los peñascos. Hay varios paneles que explican la flora, la fauna y la historia natural de la zona. Conviene estar atento a la fauna y a los jammers, como los lugareños llaman (no muy cariñosamente) a los ubicuos autobuses turísticos rojos que suelen averiarse y detener el tráfico varios kilómetros en ambas direcciones.
El lago McDonald, el más grande del Glacier National Park © SNEHIT / Shutterstock
De acampada en la Bob Marshall Wilderness Area
Debe su nombre al increíble naturalista y conservacionista Bob Marshall, y al parque lo llaman cariñosamente ‘the Bob’. Es la quinta zona natural más grande de los EE UU continentales y abarca la divisoria continental de América. No se permite el tráfico motorizado o mecánico (ni bicicletas), así que hay que visitarlo a pie y acampar en algunas de las zonas más prístinas, remotas y salvajes del país. The Chinese Wall, una cordillera de roca blanca en la esquina noroeste del parque, es un destino muy popular. Se accede a ella por el Benchmark Road Campground, en el Lewis and Clark National Forest, donde se puede aparcar el vehículo para emprender una expedición de ida y vuelta de 5-6 días. Se puede hacer más rápido, pero entonces uno se pierde el lujo de explorar el área a fondo.
De pesca en el río Balckfoot
Famoso por la película de Brad Pitt El río de la vida, este río es el sueño de los aficionados a la pesca con mosca: está lleno de truchas, y algunas zonas son tan remotas que uno puede estar solo varios días. Es complicado describir la profunda conexión que algunos pescadores tienen con algunos tramos de este río, y la pesca solo es una parte; es un vínculo casi místico que hace que la gente regrese un año tras otro. Esta maravilla ribereña ha dejado huella en los corazones de varias generaciones. Si el viajero no pesca, puede practicar rafting, canoa o natación.
Con más de 48 km, el Whitefish Valley Bike Park tiene rutas para todos los niveles © Craig Moore / Getty Images
De ruta en bicicleta de montaña por Whitefish Valley
En la Bob Marshall Wilderness no se permiten bicicletas, pero a los fans de la bici de montaña les gustará saber que Montana posee cientos de enclaves ideales para hacer rutas en bici. Corredores profesionales como Lizzy English van a menudo a Rattlesnake Mountain o a Blue Mountain, cerca de Missoula, ambas designadas National Recreation Area y aptas para el uso de bicicletas. Hay sinuosas pistas de tierra, solo accesibles en todoterreno, con recorridos de vértigo; rutas de motocross y ciclistas; y numerosos accesos asfaltados para hallar el propio camino. Una de las formas más singulares de disfrutar de la bici de montaña es el Whitefish Valley Bike Park, que en invierno es una estación de esquí y tiene un remontador que sube a la cima de la Whitefish Mountain; desde allí solo hay que dejar que la gravedad y la resistencia hagan su trabajo. Lo mejor de todo es que al final del descenso a uno le espera una cerveza artesanal de la Great Northern Brewing Company.
De excursión en Jewel Basin
No muy lejos de Kalispell, en Flathead Valley, se halla Jewel Basin, con más de dos docenas de lagos y 56 km de senderos; una zona llena de cabras blancas, alces, ciervos, coyotes y otros animales. La popular ruta (muy concurrida) Mt. Aeneas Trail, de 7 km, sale de Camp Misery y termina en Picnic Lakes, con reflejos de las nubes y el cielo en los días despejados. Es una excursión de nivel medio, factible para principiantes con energía. Cierra de octubre a mayo.
Practicando el estilo vaquero en un rancho de Montana © Kathleen Reeder Wildlife Photography / Moment / Getty Images
De cowboy
La otra cara de esta zona es su rica historia de cowboys y pastoreo de ganado. Si bien la mayoría de los antiguos ranchos familiares han sido engullidos por Big Ag, otros sobreviven y están abiertos al público. Se puede montar a caballo, pastorear ganado y practicar otras labores propias del Salvaje Oeste. Uno de los sitios más interesantes es Flathead Lake Lodge, un rancho familiar a orillas del lago Flathead. Sus paneles de madera oscura, los cuernos de ciervo en las paredes, la cocina casera y muy auténtica, y una serie de actividades al aire libre, desde nadar hasta montar a caballo, son las razones por las cuales la gente lo visita.
Consejos para disfrutar de la montaña al aire libre
Como cualquier otra área natural, hay que dejarla tan ‘natural’ como se encontró. Para ello hay que recogerlo todo y procurar dejar las zonas de acampada limpias de residuos. Se necesitan permisos y planes para casi todas las expediciones de más de un día; en la mayoría de ellas el viajero estará solo en caso de alguna urgencia, sin acceso a teléfono móvil o salidas de emergencia. Pero para la mayoría de ellos, si no para todos, esa es la principal razón para visitar esta región: alejarse, en serio, del mundanal ruido.