El efervescente panorama de la cerveza artesanal en Lisboa
Por tradición, una cerveza fría en Portugal siempre era Sagres o Super Bock. Estas dos rubias populares, creadas durante dictaduras militares, han dominado el paisaje cervecero del país durante décadas. Pero ahora una revolución cervecera se extiende por Lisboa y más allá. La capital independiente más antigua de Europa se entrega a la fiesta de la cerveza artesanal.
El pasado tiránico de las dos marcas cerveceras de Portugal
Aunque su historia cervecera no es tan famosa ni se ha promocionado tanto como las de sus vecinos europeos, la cerveza producida en Portugal antecede al propio país, remontándose a la Lusitania prerromana. La influencia extranjera se silenció con fuerza durante el Estado Novo, la dictadura totalitaria que imperó en la pequeña nación ibérica de 1933 a 1974. Dos marcas locales, Sagres y Super Bock, fluían a raudales de los tiradores sin apenas competencia. ¿Será coincidencia que en Lisboa ‘imperial’ sea sinónimo de cerveza? Parece que no.
Cerveza Super Bock, Mercado de la Ribera, Lisboa © Paul Arps / www.flickr.com/photos/slapers/26069960486
"Durante la dictadura, la sociedad era tan nacionalista que no toleraba la importación, la exportación, ni la influencia de nada que viniera de fuera", dice Adam Heller, el chef/cervecero estadounidense que hace poco inauguró el Chimera Brewpub en el barrio industrial moderno de Alcântara, en Lisboa. Y añade “Querían conservar su identidad”.
Las marcas están cambiando
Unas cuantas décadas después, Lisboa emerge de la grave crisis económica mundial con energía: la ciudad de repente se halla en la inusual posición de marcar tendencias en Europa. Impulsada por los creativos que regresan al país, la mayoría de los cuales se fueron para buscarse la vida en el extranjero durante los peores años de la recesión (y por el camino cataron las imperiales pale ale, porters y saisons), la Lisboa actual tiene ganas de probar nuevas variedades de lúpulo.
El primer bar de cerveza artesanal de Lisboa, Cerveteca Lisboa, abrió sus puertas en el 2014 en la frondosa Praça das Flores, inaugurando el flujo de la cerveja artesanal. Dos años después Lisboa cuenta con dos pubs cerveceros, al menos cinco bares de cerveza artesanal, casi una docena de microcervecerías y numerosos pequeños productores entre su arsenal cervecero.
Cerveteca Lisboa, Lisboa © Kevin Raub / Lonely Planet
Rui Bento, fundador y director de Amnesia Brewery, es un flamante ejemplo de la nueva generación de cerveceros portugueses. Durante el día vela por la ley y el orden como policía del distrito de Oeiras, en Lisboa, y cuando no está de servicio, elabora cervezas artesanales que están cambiando Portugal poco a poco. “Un montón de mis compañeros han probado algunas de mis cervezas, y les encantan”, asegura. “Ahora comprenden la diferencia entre la cerveza artesanal y la industrial, y entienden por qué yo la bebo artesanal. ¡Intento enseñarles que hay otra vida más allá de la cerveza industrial!”.
Bento ganó el Concurso Nacional de Cerveza Artesanal de Portugal el pasado abril con su 'Juniper Smokin', una cerveza ahumada de base porter báltica con bayas de enebro, inaudita para la mayoría de los portugueses.
Irónicamente, la misma filosofía “compra productos locales” que imperaba durante la dictadura es la que subyace en el panorama de la cerveza artesanal de Portugal, pero sin imposiciones dictatoriales. La nueva confianza nacional del país ha arraigado. “Quiero que sea local”, dice Bento, “Para mí la cerveza artesanal solo tiene sentido así. Claro que me gustaría vender mi cerveza por todo el país, y quizá en el extranjero, pero mi apuesta es local y siempre lo será”.
Guía de cerveza artesana
Lisboa, Portugal © João Martinho / www.flickr.com/photos/jdmartinho/5096764169
“El boom de la cerveza artesanal se vive en Lisboa por la misma razón que en otras partes: la gente quiere cervezas de mejor calidad y mayor variedad”, afirma el estadounidense Scott Steffens, quien en el 2015 abrió Dois Corvos, la primera cervecería de Lisboa con bar incluido. “Cuando abrimos, el panorama partía casi desde cero, solo teníamos un puñado de tipos de cerveza. ¡En el primer año introdujimos 26 cervezas!”.
¿Y dónde puede uno encontrarlas? A continuación, una selección de locales donde saciar la sed con una cerveja artesanal bien fría.
La original y, todavía, la mejor, Cerveteca tiene 12 tiradores de cervezas artesanales estadounidenses, europeas y portuguesas (estas últimas señaladas por un asterisco en la pizarra) que cambian a diario. Con un ambiente sencillo, como de salón hogareño, está en una pintoresca plaza a lo largo del moderno Príncipe Real. Es el punto de encuentro de los lupolomaníacos lisboetas, y cuenta con el personal más encantador y experto de la ciudad.
Duque Brewpub, Lisboa © Kevin Raub / Lonely Planet
La primera microcervecería de Lisboa abrió en primavera del 2016 con 10 tiradores y está dedicada a la cerveza artesanal local al 100 %. En el área de Lisboa las cervezas locales suben como la espuma: Bolina, Dois Corvos, Passarola, Oitava Colina, LX, Musa, Mean Sardine, Against the Tide y Amnesia están bien representadas en los barriles (y algunas de ellas también en botellas), junto con las creaciones del nuevo propietario de Duque, bajo el estandarte de Cerveja Aroeira. Con mesas de madera y taburetes tapizados, ofrece el ambiente de bar más convencional del panorama cervecero artesanal de Lisboa; y la zona al aire libre del callejón con escalera de Chiado no tiene rival.
Un túnel de carruajes del s. XVIII de Alcântara que antaño iba al Palácio das Necessidades se ha transformado en un cinematográfico bar (con un aparato de cocción a baja temperatura que elabora pastrami y sándwiches reuben, comida poco habitual en un bar). Chimera lo codirige el estadounidense Adam Heller, que elabora cervezas como la Belgium Blonde Ale, la Imperial Pale Ale, la American Dark Lager y la Chocolate Porter en el sótano. Hay 12 tiradores en total.
El cavernoso Lisbeer, la opción menos purista del panorama cervecero artesanal de Lisboa, es un local lleno de sofás, a pocos pasos de la Sé (catedral) de la ciudad, ideal para disfrutar de la cerveza. Tiene 6 tiradores (pronto habrá dos más) de los que suelen fluir cervezas locales y europeas, y una sólida carta de 200 botellas con énfasis en las cervezas belgas.
The Beer Station, Lisboa © Kevin Raub / Lonely Planet
Este local argentino-peruano es el bar de cerveza más pequeño y nuevo de Lisboa. Por su posición privilegiada, en una plaza frente a la estación de trenes de Rossio, The Beer Station es todo lo idílica que el entorno urbano le permite. Los 4 tiradores están dedicados a Dois Corvos –Avenida (ale rubia), Metropolitan (pale ale), Galáxia (stout de leche) y Fuzeta (doble IPA)–, y hay botellas de Musa, Sovina, Bolina, Post Scriptum y Mean Sardine, entre otras.
A pesar de la remota ubicación de Dois Corvos en Marvila, la mejor cervecería artesanal de Lisboa atrae hasta su elegante bar a una leal legión de aficionados locales, cada día a partir de las 14.00. Las contundentes IPA, sobre todo la Matiné Session IPA, la Stardust y la Fuzeta, junto con la siniestramente buena Finisterra Porter y barriles añejos únicos son razones suficientes para visitarlo.
Zymology es una excelente tienda de cerveza artesanal, propiedad de Rolim Carmo (el maestro cervecero de Mean Sardine), centrada en las cervezas artesanales de Portugal, el norte de Europa (Holanda, Suecia, Dinamarca, Estonia) y el noroeste del Pacífico de EE UU. Los clientes pueden abrir las cervezas que compran y tomárselas allí mismo, o gozar de una selección de eventos especiales (lanzamientos exclusivos de cerveza, catas con los productores…) y cursos. Es otro de los epicentros de los aficionados cerveceros locales y visitantes.
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