¿Qué tienen en común un flamante nuevo ferrocarril, un épico evento de observación de estrellas y una incipiente superautopista hacia la costa? Son razones más que convincentes para visitar México este año. Y cada una de ellas tiene un interés único: un trayecto a bordo de un tren recién estrenado con destino a playas caribeñas y antiguas ruinas mayas; un eclipse solar visto desde la arena dorada de Mazatlán; o una visita a los pueblecitos bohemios de playa a lo largo de la escarpada costa de Oaxaca.
¿Qué no te puedes perder?
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Ver un eclipse de sol en el centro histórico de Mazatlán y comer pescado fresco en El Presidio.
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Visitar las impresionantes ruinas maya y los cenotes de la zona.
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Observar Zipolite a través de las habitaciones de Casa Kalmar.
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Montar en el Tren Maya y explorar las ruinas maya de Palenque.
A bordo del Tren Maya
Con una ruta circular de 1525 km por el sureste de México, el nuevo Tren Maya transformará de forma radical los viajes por la península del Yucatán, una región famosa por su sabrosa cocina y su rica cultura indígena. El itinerario podría ser más o menos así: empezar en las ruinas mayas de Chichén Itzá, apearse para bucear en los arrecifes de Puerto Morelos y después tomarse una copa en un moderno chiringuito de playa de Tulum.
Antigua ciudad de Zapotecs, México. © Bisual Photo/Shutterstock
El tren también para en el aeropuerto de Cancún, principal punto de entrada a la península. Este ferrocarril ya ha generado miles de puestos de trabajo y el megaproyecto del gobierno aspira a llevar el turismo hasta las comunidades menos conocidas, pero los ecologistas temen que estos trenes tan pesados colapsen la delicada red subterránea de ríos y pozas de piedra caliza, los llamados cenotes. La sostenibilidad y la masificación turística serán temas candentes los próximos años.
Eclipse total
Incluso sin ser un gran fan de la astronomía, descubrir un lugar nuevo durante un evento astronómico tan asombroso como un eclipse total de sol es todo un acontecimiento. Sobre el mediodía del 8 de abril del 2024 Mazatlán estará en la banda de totalidad y los fans de la astronomía podrán bajar a su playa favorita, ponerse gafas protectoras y ver cómo este resort de la costa del Pacífico se oscurece cuatro impresionantes minutos. Para ver el espectáculo lejos del bullicio del centro se puede ir a Isla de la Piedra, llena de palmeras, y contemplarlo tomando una copa en un sencillo bar con techo de palapa.
Paseo marítimo de Mazatlán, © eskystudio/Shutterstock
Para ver más maravillas naturales en Mazatlán se puede ir de excursión con Onca Explorations, un operador ecoturístico que apuesta por la conservación de la naturaleza. Ofrece circuitos de observación de ballenas de diciembre a abril y de observación de aves todo el año.
Buena vibra playera
La nueva autopista que conecta la ciudad de Oaxaca y Puerto Escondido llevará al viajero a la playa en solo 3 h, por lo que llegar a la espléndida costa del sur será muy fácil. Tras codearse con los surfistas de Puerto Escondido, cuna de la "Mexican Pipeline", se puede ir al sureste, a Zipolite, un enclave hippy de ensueño famoso por su playa nudista, sus alojamientos amigables con la comunidad LGTBI y un ambiente abierto en el que todo vale. La acción se centra alrededor de la playa larga y la avenida Roca Blanca, una hilera de marisquerías, bares al aire libre y hoteles rústicos.
Puerto Escondido, © LMspencer/Shutterstock
Quien se aburra en la playa puede ir a ver la colorida artesanía de madera de Piña Palmera, un centro de rehabilitación para personas con discapacidades; o pasar por Zircolite, una escuela circense de acrobacias, malabares con fuego y danza africana, habilidades muy útiles en las fiestas playeras de Zipolite. Mazunte, la localidad vecina, respira un ambiente muy similar.
San Martin Tilcajete, Oaxaca. © Kelli Hayden/Shutterstock
