Disfrutar del Parque Nacional de Namib-Naukluft, el mayor espectáculo natural de Namibia
Aunque es famoso por sus espectaculares dunas montañosas, el Parque Nacional de Namib-Naukluft ofrece mucho más. Se extiende a lo largo de casi 50 000 km2, abarcando grandes tramos del desierto de Namibia y un mar de arena, además de montañas, cañones y fauna adaptada a la vida en el desierto.
A continuación, esto es lo que nadie debería perderse.
Sossusvlei: donde fluye el agua y se reúnen las aves
Namibia, Sossulsvlei © Eric Bauer - www.flickr.com/photos/erix-pix/16029533772
Aunque el nombre va ligado a las fascinantes dunas de Namibia, Sossusvlei es más bien una olla llana y efímera. Las raras veces que cae una lluvia torrencial –una vez cada diez años, más o menos–, el río Tsauchab avanza hacia el oeste, al corazón del Namib, y llena esta remota cuenca. La presencia de agua en esta zona, famosa porque nunca tiene, atrae a los animales y a una considerable variedad de aves.
Una vez en el Namib-Naukluft National Park, conviene preguntar si hay agua en Sossusvlei; y si es así, ir a conocer su surreal entorno acuático y la vida de la que dota al desierto (un pícnic en la zona es una buena idea tras un día recorriendo dunas). Incluso cuando está seco, Sossusvlei es un paraje muy hermoso, con altísimas dunas rojas que se alzan en todas las direcciones.
El tramo Sossusvlei del parque alberga las dunas más fotografiadas de Namibia, además del Sesriem Canyon y varias otras ollas enigmáticas.
Sossusvlei está al final de la carretera de acceso, de 69 km, que procede de Sesriem, y cuyos últimos 4 km solo son viables en todoterreno (hay lanzaderas a la olla desde el aparcamiento de turismos, en el km 65).
Deadvlei: donde árboles que llevan siglos muertos todavía montan guardia
Namibia, Deadvlei © Eric Bauer - www.flickr.com/photos/erix-pix/15384013593
Como Sossusvlei, Deadvlei es una olla entre las espectaculares dunas de color naranja del Namib, cerca de Sesriem; pero a diferencia de su famoso vecino lleva siglos sin ver una gota de agua. Sobre su superficie, resquebrajada y yerma, se alzan los esqueletos de un bosque antiquísimo. Aunque no se han petrificado, estas figuras fantasmagóricas siguen erguidas, ya que no hay humedad suficiente para que se descompongan. Este paraje ‘timburtonesco’, cercado por las arenas anaranjadas de Big Daddy, la duna más alta (325 m), y cubierto por un cielo azul cobalto, es uno de los lugares más bellos del sur de África, y nadie debería perdérselo: si se va justo de tiempo, lo mejor es perderse Sossusvlei.
No se puede llegar en automóvil, aunque hay un sencillo paseo de 3 km (ida y vuelta) desde el aparcamiento de todoterrenos del final de la carretera de 69 km desde la entrada en Sesriem a Sossusvlei. Las lanzaderas desde el aparcamiento de turismos pueden dejar al pasajero en el punto de acceso.
Big Daddy: olvidarse de la Duna 45 y subir a este coloso
Namibia, Big Daddy © David Siu - www.flickr.com/photos/dwysiu/5116557243
La montaña de arena más coronada (y fotografiada) en Namibia es Duna 45 (Dune 45), en el mismo km 45 de la carretera de Sesriem a Sossusvlei. Es impresionante pero una gran parte de su fama se debe a que cuenta con una carretera de acceso que cruza el valle hasta la base, por lo cual es muy fácil llegar hasta ella. Esto significa que suele haber muchos vehículos aparcados en la zona, sobre todo al alba y durante la puesta del sol, y docenas de personas subiendo y bajando a/de la cima, a 170 m, durante todo el día.
Una gran alternativa –y muy grande– es Big Daddy. Con 325 m de altura, es la mayor duna de la zona y ofrece incomparables vistas del paisaje desértico y de Deadvlei. Desde la cima casi parece posible ver el frío Atlántico a lo lejos. Sus dimensiones y su ubicación, más remota, hacen que esté menos frecuentada.
La ascensión no solo es más desafiante que la de la Duna 45, también cuenta con varias rutas diferentes a la cima, lo cual significa que, de subida, el viajero tendrá el placer de hollar arena intacta. A Big Daddy se llega vía Deadvlei.
Cañón de Sesriem: contra el calor del mediodía, una excursión con sombra y un chapuzón
Namibia, cañón de Sesriem © dconvertini - www.flickr.com/photos/con4tini/17127929087
Situado 4 km después de la entrada de Sesriem, este increíble cañón al más puro estilo Indiana Jones suele pasar desapercibido, ya que lo primero que la gente ve al llegar al parque son las imponentes dunas perfiladas en el horizonte, y se olvidan de esta maravilla subterránea.
Con unos 30 m de profundidad, esta estrecha sima la esculpió entre la arena dorada y las rocas de hace 15 millones de años el río Tsauchab hace milenios. El Sesriem Canyon siempre es un buen sitio para huir del sol del mediodía, tiene mucha sombra y, en algunas épocas del año, surgen bonitas pozas donde bañarse. Es posible recorrer 500 m río arriba desde el punto de acceso, o 2,5 km hacia abajo, hasta el final. Siempre hay que preguntar en la oficina del parque por la previsión de riadas derivadas de lluvias recientes en las Naukluft Mountains.
Montañas Naukluft: excursiones y fauna adaptada al desierto
Namibia, montañas Naukflut © Damien du Toit - www.flickr.com/photos/coda/190126104
Lejos de las suaves curvas y las perfiladas crestas de las dunas de Namibia, estas montañas dolomitas se alzan, escarpadas, en las llanuras de grava del centro del Namib. Los elevados altiplanos quedan cortados espectacularmente por los efímeros ríos Tsauchab, Tsondab y Tsams, que nutren a la fauna del desierto, como cebras de montaña, saltarrocas, kudúes e incluso leopardos.
A unos pocos kilómetros de la oficina del parque en Naukluft hay dos grandes excursiones de un día: Waterkloof Trail, una ruta circular de 17 km que cruza simas, piscinas naturales y crestas panorámicas; y la desafiante y el reto de Olive Trail, de 11 km, que cuenta con ascensos pronunciados y requiere el uso de cables para cruzar una pared de roca.
Naukluft, el punto de acceso clave, está 103 km al norte de Sesriem, pero se accede más fácilmente desde Rehoboth o Rietoog.
No es el dónde, es el cómo: desde el aire
Namibia, Sossusvlei en globo © Ian Cochrane - www.flickr.com/photos/iancochrane_2011/10419722994
Mientras que las elevadas vistas desde las crestas de las descomunales dunas y cordilleras son incomparables por un sinfín de razones, siendo una de ellas el esfuerzo que implica subirlas, una excursión al Parque Nacional Namib-Naukluft no está completa sin una vista épica desde el cielo. Ya sea en globo aerostático o en avioneta, las dimensiones de este parque y del desierto se ven en toda su espectacularidad.
Si el tiempo lo permite, Namib Sky Balloon Safaris opera desde la zona de Sesriem cada mañana al alba desde mediados de febrero a mediados de enero. Quizá la experiencia más gratificante sea la que ofrece Scenic Air, cuyas avionetas salen de la ciudad costera de Swakopmund, y sobrevuelan todos los paisajes del parque a varias alturas. Para ver el mar de arena truncado por el rocoso Kuiseb Canyon, un sinfín de olas de dunas que parecen dirigirse al Atlántico y colonias de focas que retozan en las playas.
Matt viajó a Namibia con Explore, gracias a Namibia Tourism Board y a South African Airlines. Los autores de Lonely Planet aseguran su integridad y su independencia editorial siguiendo su propio criterio al margen de las instituciones que han prestado algún tipo de colaboración y nunca prometiendo nada a cambio como, por ejemplo, reseñas positivas.
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