Tratándose de uno de los destinos más soñados del mundo, París nunca decepciona. En verano el Sena se llena de gente que goza del sol en la urbe, mientras que las frías temperaturas del invierno invitan a explorar museos, galerías y cafés acogedores. No importa la estación: todo el año se puede disfrutar de lo mejor de París, desde ir de compras en busca de la última moda hasta admirar las obras de arte más famosas del mundo; pero quien quiera descubrir la época perfecta para visitar la Ciudad de la Luz, que siga leyendo.
Temporada alta: de junio a agosto
La mejor época para relajarse en los parques y las playas
Verano es la principal estación turística, pero muchos establecimientos cierran en agosto y los lugareños huyen del calor canicular de la ciudad. A lo largo del año muchos lugareños se relajan a orillas del Sena, pero nunca hay tantos como en los atardeceres templados de verano, disfrutando de un picnic y una botella de vino. Si bien el clima es genial y no hay mejor época para saborear la famosa cultura de los cafés parisina, al viajero no le quedará otro remedio que compartir la Ciudad de la Luz con un montón de turistas.
Las playas de París a orillas del Sena. © Pawel Libera / Getty Images
Temporada media: de abril a mayo, de septiembre a octubre
La mejor época para disfrutar un poco de todo
Primavera (en especial abril y mayo) y otoño (en particular septiembre y octubre) son ideales para visitar París porque hay menos turismo y hace buen tiempo.
En primavera las flores dan paso a las hojas que reverdecen los bulevares de la ciudad, las jardineras floridas llenan de color las fachadas haussmanianas de París y las floristerías se llenan flores perfumadas. Los mercados locales al aire libre son perfectos para avituallarse para un picnic. La temperatura es buena para aventurarse por los parques y jardines de la ciudad, incluido el más famoso de París, el Jardin du Luxembourg; y las riberas del río, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco, en especial el Parc Rives de Seine, son antiguas autovías convertidas en parques, situadas en las orillas derecha e izquierda del río.
En otoño el tiempo sigue siendo maravilloso y hay menos turistas, por lo cual es una época magnífica para visitar la ciudad. Los colores otoñales empiezan a vestir la ciudad y la oferta cultural, ya de por sí impresionante, crece aún más.
Temporada baja: de noviembre a febrero
La mejor época para viajar con presupuesto ajustado
En invierno los puntos de interés están menos abarrotados y los precios bajan. Es un gran momento para quienes viajen con un presupuesto ajustado; y lo mejor es que no habrá que sacrificar todo lo que hace de París una ciudad maravillosa. Pese a que el tiempo predominante es lluvioso y frío, apenas nieva; pero con la llegada del invierno aparecen pistas de patinaje sobre hielo por toda la ciudad, incluso en lugares de lo más pintorescos, como la azotea panorámica de las Galerías Lafayette. Patinar suele ser gratis, solo se paga por el alquiler de los patines. En diciembre la ciudad se ilumina con árboles de Navidad y preciosos escaparates decorados. Es un mes mágico.
Invierno es buena época para ver puntos de interés como los Apartamentos de Napoleón III en el Louvre. © Brian Kinney / Shutterstock
Enero
El gélido primer mes del año no es el más festivo en París, pero los cócteles –y las soldes (rebajas) de invierno– alegran el ánimo.
Eventos destacados: Epifanía, Misa Conmemorativa de Luis XVI, Paris Cocktail Week y el Año Nuevo chino.
Febrero
Las fiestas aún no están en pleno apogeo en febrero, pero muchas parejas viajan a la romántica capital francesa para celebrar el día de San Valentín, ocasión para la cual casi todos los restaurantes ofrecen menús especiales.
Eventos destacados: Rétromobile y Salón Internacional de la Agricultura.
Marzo
Florecen los parques y jardines de París, las hojas reverdecen las avenidas de la ciudad y empiezan las fiestas.
Eventos destacados: Livre Paris, Banlieues Bleues, La Verticale de la Tour Eiffel, Foire de Chatou y Cinéma.
Perfil urbano de París con la Torre Eiffel y un magnolio en flor. © Neirfy / Shutterstock
Abril
Sinatra cantó al abril parisino, y es que en este mes el encanto primaveral de la ciudad se encuentra en su máximo esplendor, con los castaños que florecen y las terrazas de los cafés que cobran vida.
Eventos destacados: Salon du Running, Foire du Trône, Maratón Internacional de París, Paris Beer Festival y Foire de Paris.
Mayo
El templado mayo es el mes con más días festivos en Francia. Atención, porque muchos sitios cierran, especialmente el 1 de mayo.
Eventos destacados: La Noche Europea de los Museos, Taste Paris, Portes Ouvertes des Ateliers d’Artistes de Belleville y Roland Garros.
Junio
París se anima en junio gracias a las cálidas temperaturas, la gran cantidad de eventos al aire libre y a que los días se alargan, con un crepúsculo que se prolonga hasta tarde.
Eventos destacados: Festival de St-Denis, Fête de la Musique, Marche des Fiertés (Desfile del Orgullo) y La Goutte d’Or en Fête.
Julio
Durante el verano parisino las «playas» –con sus tumbonas, parasoles, atomizadores y palmeras– se alinean a orillas del Sena, mientras los aficionados a las compras aprovechan las rebajas de verano.
Eventos destacados: Paris Jazz Festival, Bals des Pompiers, Día de la Bastilla, Paris Plages, Tour de Francia y Cinéma En Plein Air de la Villette.
Agosto
Los parisinos abandonan la ciudad en masa durante la canícula, y pese a la afluencia de turistas, muchos restaurantes y tiendas cierran. Es un buen mes para ir en bicicleta porque hay menos tráfico por las carreteras.
Eventos destacados: Classique au Vert, Rock en Seine y Silhouette.
Panes y bollería kosher expuestos en Boulangerie Murciano, una panadería que lleva más de 100 años en el parisino barrio de Marais. ©Adrienne Pitts/Lonely Planet
Septiembre
Los turistas se marchan y los parisinos regresan a casa: la rentrée marca la vuelta al trabajo y a la escuela tras el paréntesis veraniego. La vida cultural se dinamiza, hace buen tiempo y el cielo es de un azul precioso.
Eventos destacados: Jazz à la Villette, Festival d’Automne, Techno Parade, Journées Européennes du Patrimoine y Journée Sans Voiture (Día sin coche).
Octubre
Octubre abandera un caleidoscopio otoñal en los parques y jardines de la ciudad, junto con días luminosos y frescos, noches despejadas y una excelente oferta cultural.
Eventos destacados: Nuit Blanche, Fête des Vendanges de Montmartre, Foire Internationale d’Art Contemporain, Pitchfork Music Festival Paris y Salon du Chocolat.
Ciclistas pedaleando frente a los Bouquinistes (vendedores de libros) de la orilla del Sena. ©Matt Munro/Lonely Planet
Noviembre
Los días más oscuros y fríos y las noches heladas hacen que los parisinos busquen sitios donde refugiarse: la temporada de ópera y de ballet está en pleno apogeo y abundan los bistrós y bares acogedores.
Eventos destacados: Africolor, Illuminations de Noël y la llegada del Beaujolais Nouveau.
Diciembre
Las luces navideñas, los árboles de Navidad, los escaparates decorados para las fiestas y las pistas de hielo al aire libre convierten diciembre en un mes mágico para visitar La Ciudad de la Luz.
Eventos destacados: Salon du Cheval de Paris, la Misa del Gallo, Le Festival du Merveilleux y Nochevieja.