La oscuridad de 'La Ciudad de la Luz'
Irónicamente, la Ciudad de la Luz alberga un lado oscuro que despertó la imaginación de escritores como Victor Hugo, Baudelaire o Hemingway. El París plasmado en las obras de estos autores dista de la imagen ensoñadora y suntuosa que se nos muestra en estos tiempos, representada por la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo. Sin embargo, estos iconos de gloria, no son más que su máscara alegre.
En el tour que proponemos, es la máscara triste la protagonista. No negamos que algunos de los lugares pueden ser no aptos para todos los estómagos, pero a veces hay que hacer de tripas corazón si se quiere descubrir los secretos mejor guardados de un destino. Por mucho que nos repugne, lo verdadero se encuentra en las entrañas.
Catacumbas de París
Y en las entrañas es donde se encuentra uno de los lugares más asombrosos de París: Sus famosas catacumbas.
Abstenerse claustrofóbicos: Un camino angosto, largo y húmedo es el que nos dirige hasta este mausoleo subterráneo hecho de, nada más y nada menos, que huesos humanos.
Unas antiguas canteras que albergaban incluso restos arqueológicos y cuyo destino sería más tétrico del esperado, convirtiéndose en un cementerio subterráneo durante el siglo XVIII.
La atmósfera lúgubre del lugar ha servido de fuente de inspiración para algunas obras como Entrevista con el vampiro, de Anne Rice y no es para menos: es imposible no sentirse sobrecogido en este lugar.
Cementerio Père-Lachaise
Vamos a permitirnos decir que los cementerios de París son algo así como un paseo de la fama mortuorio. Principalmente conocidos por albergar las tumbas de personajes históricos hasta celebridades recientes, cementerios como el Père- Lachaise son casi una atracción más en la capital francesa.
Las tumbas de Jim Morrison, Frédéric Chopin u Oscar Wilde reciben cada día ofrendas de los admiradores que tratan de localizar sus tumbas en los mapas situados en cada entrada del camposanto.
No obstante, estos cementerios guardan un valor arquitectónico y artístico que no podemos olvidar. Un tour, cámara en mano, puede ser la opción para huir tras el ajetreo y el glamour de los Campos Elíseos.
Museo del Alcantarillado
Las alcantarillas de París están abiertas para quien desee conocer la historia de la ciudad de la forma más inusual. Eso sí, los olfatos sensibles deben extremar precauciones. Establecido en el siglo XIX, este sistema de redes de alcantarillas es propiamente un museo que se refugia bajo los impresionantes edificios del exterior. Un paseo secreto bajo las calles de París donde recordar la huida de Jean Valjean en ese mismo lugar, en la obra Los Miserables.
Como consejo, no visitarlo tras haber comido.
Museo del Louvre
No sólo los lugares más escondidos tienen una historia oscura. El Museo del Louvre está también repleto de leyendas que pasan desapercibidas para la mayoría de sus visitantes. Desde las extendidas teorías que afirman que la pirámide está formada por 666 espejos y dedicada al anticristo, a la leyenda urbana de que uno de los cuadros, el Interior de una cocina de Martin Drolling, está pintado con restos de los corazones de la familia real francesa.
Historias que permiten ver el Louvre con otros ojos y que hacen preguntarse cuál es el origen de estas invenciones. Algo para averiguar en la próxima visita.
La marca de la guillotina
Hay que tener cuidado y saber que por dónde se camina…¡pueden haber rodado cabezas! Y literalmente: En el cruce de la Rue de la Roquette con la Rue de la Croix Faubin, muy cerca del Cementerio Père-Lachaise, se situaba la prisión de la Roquette y al mismo tiempo, una guillotina que decapitó a 69 personas hasta su retirada, en el año 1900. Aún a día de hoy se pueden ver en el asfalto las marcas rectangulares dibujando la planta de la gran máquina.
Casa Museo Victor Hugo
En una ruta como esta, con aires melancólicos, no se puede dejar atrás la casa del padre del romanticismo francés, Victor Hugo. El escritor vivió con su mujer en esta casa de la Place des Vosges, en el barrio Le Marais. Aquí, además de otros trabajos, comenzó a escribir Los Miserables, una de sus obras más célebres.
Actualmente, es posible indagar en las diferentes estancias y admirar el extravagante mobiliario de estilo gótico que albergan, así como revisar algunos escritos originales del autor. Una parada obligatoria, teniendo en cuenta que el museo es gratuito.