Será porque pasé mi niñez rodeada de los fantásticos viñedos de La Rioja, por la forma en la que mi abuelo me enseñó a pisar la uva y por, con los años, lo mucho que he aprendido a apreciar el vino, que no me importa cruzarme el charco si con ello aterrizo en una de las regiones vinícolas más famosas del mundo y el principal exponente del vino en Estados Unidos. Hoy viajamos hasta el Valle de Napa.
Napa Valley, esta pequeña región vinícola de California saltó a las pantallas de medio mundo a través de la popular Entre copas, una película que si bien se trata de una comedia como cualquier otra pero ambientada dentro del mundo del vino, resulto ser un boom turístico para la región (y todo un mazazo para el merlot, uva que no era del agrado del protagonista y que quedó literalmente degradada por debajo de joyas como la pinot noir). Si bien no todos tenemos un Cheval Blanc del 61 reservado para una ocasión especial (¿abrir una botella así no es suficientemente especial?) creo que un viaje a Napa Valley puede ser una de las mejores para hacerlo.
En mi caso, aproveché mi estancia en San Francisco para hacer una investigación sobre el terreno viajando hasta Napa Valley. Fue buena idea recorrer algunas de las mejores viñas de Estados Unidos a bordo del mítico Wine Train, que recorre los históricos viñedos de la pintoresca localidad de Santa Elena sobre unos raíles amarrados al suelo desde 1860. Atravesando más de 27 bodegas, recorrí los casi 60 kilómetros del trayecto cómodamente instalada en uno de los míticos (y meticulosamente restaurados) vagones Pullman del año 1952. Durante las tres intensas horas de viaje da tiempo suficiente para sumergirse en el fascinante mundo del vino, no solo gracias al paisaje, sino a todos lo que sucede dentro del propio tren. Un vagón de cata, un vagón-cocina y un restaurante donde degustar las especialidades del chef Kelly Macdonald, entre las que se incluyen platos típicos californianos como el delicioso ‘Rack of Lamb’ (costillar de cordero). En el billete está incluida la comida o la cena pero las bebidas se cobran aparte. Aún así, merece la pena el desembolso de casi 60€ que cuesta el billete.
Guía útil
El valle de Napa está situado a 80 kilómetros al norte de San Francisco. Una buena idea es recorrerlo a través del Wine Train, pero si prefieres hacerlo con más calma, reserva habitación en el complejo Meadowood, un lujoso hotel donde se celebra cada año la subasta de vino más importante de Napa. Tampoco hay que perder de vista sus famosos restaurantes, aunque bien es cierto que por la zona existen excelentes opciones gastronómicas, desde mercadillos más callejeros hasta uno de los restaurantes más famosos de Estados Unidos, el delicado The French Laundry, considerado uno de los mejores del país.
¡Salud!
Texto y fotos: Lorena G.Díaz
