No hay nada como recorrer el desierto del Sáhara a lomos de un caballo, ir a la caza de gangas en un zoco de Marrakech y explorar la ciudad azul de Chefchauen, pero ¿qué hace de Marruecos uno de los grandes destinos para el 2024? El país norteafricano vuelve a seducir tras su histórica actuación en la Copa Mundial de fútbol, su ascenso a lo más alto del circuito mundial de surf y su renacido festival de música, Mawazine. Incluso si ya se conoce el país, el 2024 es buen momento para (re)visitarlo.
¿Qué no te puedes perder?
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Subir al Yebel Tubkal en una ruta circular de siete días hasta la cima.
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Montar en camello por las dunas del Erg Chebbi y dormir bajo las estrellas.
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Recorrer los laberínticos mercados de Marrakech, Fez o Tetuán.
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Pasear por los callejones azules de Chefchauen.
Tras la estela de la Copa Mundial
El éxito de los Leones del Atlas, el primer equipo africano y árabe en llegar a semifinales, fue una de las historias más emocionantes de la Copa Mundial de la FIFA 2022 y la emoción sigue muy viva.
Hinchas de fútbol en Marruecos. © Melinda Nagy/Shutterstock
Marruecos ha presentado candidaturas prometedoras para albergar la Copa Mundial de la FIFA 2030 y la Copa Africana de Naciones 2025, y organizó la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2022 por tercera vez en 10 años. En el 2024 será muy posible ver un partido amistoso entre los Leones del Atlas y un contrincante internacional.
Si el viaje no coincide con uno de esos partidos, Botola Pro, la liga marroquí también es interesante, sobre todo porque en ella juegan varios futbolistas de la selección nacional. Incluso si no se es aficionado al fútbol, merece la pena asistir a un partido, porque el ambiente es increíble y los fans ofrecen vistosas coreografías en las gradas.
El mar
Puede que Marruecos conjure imágenes de desiertos, dunas y medinas antiguas, pero no deja de ser un país de playa. Tiene la séptima costa más larga de África y acceso al océano Atlántico y al mar Mediterráneo.
Surferos en Taghazout. © swuerfel/Shutterstock
En la costa atlántica Marruecos es un destino surfista de nivel mundial. En el 2022 albergó la primera competición profesional del continente, Surf Expo, en Taghazut. Cabe esperar más competiciones, pero Marruecos es también un gran destino para principiantes. Esauira es un buen enclave surfista y cuenta también con espacios de coworking y coliving para nómadas digitales.
En la costa mediterránea, la línea de ferrocarril a Tánger se renovará pronto con trenes de alta velocidad. Los autores de la Generación Beat ya no campan por la ciudad, pero sus viejos reductos, como el Café Hafa y el Gran Café de París, siguen ahí. En el litoral, Tanja Marina Bay, inaugurado en el 2018, es la nueva y flamante cara de Tánger, con tiendas de lujo, restaurantes e incluso una discoteca en la punta del muelle.
Festivales efervescentes
Tras una pausa de tres años el Festival Mawazine de Rabat hará su regreso triunfal en el 2024. Antaño tuvo como cabezas de cartel a estrellas como Jennifer López, Rihanna y David Guetta, ofrece un 90% de actuaciones gratuitas y atrae a millones de amantes de la música.
Nómadas en Erg Chegaga. Emily Marie Wilson/Shutterstock ©
Si se prefiere algo más sencillo, en febrero se celebra en Marrakech el Festival Internacional de Cuentacuentos, que atrae a narradores de todo el mundo que comparten su trabajo y ofrecen talleres durante la semana del evento.
Otros eventos a añadir al calendario son el Festival del Almendro en Flor de Tafraute (feb), el Festival Internacional de Nómadas de M’hamid El Ghizlane’s (mar) y el Festival de Músicas Sacras de Fez (jun). Téngase en cuenta que el ramadán se celebrará del 10 de marzo al 9 de abril, y que si se viaja en esa época puede que no se pueda comer de día.
