1. Berlín, Alemania
Esta ciudad, considerada el corazón cultural de Alemania, posee majestuosos edificios públicos, suntuosos museos y teatros, restaurantes urbanos, animados pubs y bulliciosos locales nocturnos. Los amantes del arte y la arquitectura estarán en el paraíso, así como los devoradores de cultura con sus magníficos museos, y los apasionados de la música con sus variadas propuestas. Es harto difícil no dar con algo de interés sin necesidad de haber planificado demasiado.
Consejo Hay estudiantes que ofrecen estupendos circuitos a pie de medio día; se anuncian en estaciones de trenes y alojamientos.
2. Tokio, Japón
Uno no tarda demasiado en iniciarse en la locura de Tokio, donde el alto nivel de energía de la ciudad, alimentado por una acelerada cultura consumista, contrasta con sus tradiciones ancestrales. Hacer turismo por Tokio puede resultar un asalto a los sentidos que nos deje fascinados o sobrecogidos. Basta con quedarse de pie en el corazón de Shinjuku, rodeado de luces de neón y modas estrambóticas, para pensar que uno se encuentra en otro planeta. Otra opción es subirse al metro y observar que esta metrópolis tan poblada es en realidad una ciudad dentro de varias urbes.
Consejo Escapar del caos y dirigirse rumbo noreste a Omiya y a su Bonsai Village, la colección de árboles enanos más impresionante del mundo.
3. Ámsterdam, Países Bajos
Ámsterdam © Moyan Brenn - www.flickr.com/photos/aigle_dore/4811919256
Con canales, casas del s. XVII, galerías, museos y una particular oferta de ocio, Ámsterdam es conocida como la “Venecia del Norte”. La ciudad cuenta con suficientes encantos como para estar entretenido en todo momento, y sus incontables cafeterías sirven para resguardarse de las masas. Dentro del cinturón trazado por el canal están los barrios históricos y el Barrio Rojo, bares transgresores y pubs tradicionales, iglesias excéntricas y elegantes puentes. Para conocerla, lo mejor es seguir el ejemplo de los holandeses y subirse a una bici.
Consejo En verano, acudir al Vondelpark y disfrutar de una actuación al aire libre; véase www.openluchttheater.nl.
4. Barcelona, España
Ubicada en el epicentro de la gastronomía, la moda, la música y la vida nocturna, Barcelona presume de ser uno de los lugares más dinámicos del mundo. El clímax llega en verano de la mano de sus fiestas hasta altas horas de la madrugada. Además, la Ciudad Condal alberga buena parte del legado arquitectónico de Antoni Gaudí, así como obras de Pablo Picasso y Joan Miró. El carácter alegre de su gente es la guinda a esta experiencia única.
Consejo Trasladarse a la Edad Media explorando el Barri Gòtic, a la derecha de La Rambla, yendo en dirección a la plaza de Catalunya.
5. Singapur
Singapur © May Wong - www.flickr.com/photos/maywong_photos/4380916293
Esta urbe es moderna y radiante, pero innegablemente asiática, con su mezcla de tradiciones chinas, malayas e indias. Además, aunque haya cambiado su sórdida imagen de rickshaws y fumaderos de opio por la alta tecnología y las finanzas, aún es posible sumergirse en el ambiente colonial y disfrutar de un gin sling en el salón con ventiladores de techo del Raffles Hotel. Se recomienda el Thaipusam, un festival de purificación hindú celebrado en enero; el festival gastronómico de Singapur, en abril; o las grandes rebajas de junio.
Consejo No hay nada mejor para escapar del calor que Snow City (www.snowcity.com.sg)
6. Estambul, Turquía
A ambos lados del estrecho del Bósforo y salpicada de cúpulas y minaretes, Estambul es una ciudad entre continentes con una carga histórica descomunal. Se pueden recorrer las calles por las que marchaban los cruzados, admirar magníficas mezquitas maceradas en la tradición islámica, curiosear en el harén del sultán o ir a la caza de gangas en el Gran Bazar. Sus puntos de interés están cerca entre sí, lo cual es perfecto para quienes no dispongan de mucho tiempo en una de las ciudades más románticas del mundo.
Consejo No irse sin recorrer la avenida Divan Yolu, que conduce a la Universidad de Estambul, pasando por la plaza de Sultanahmet, el Hipódromo y el Gran Bazar de la plaza de Beyazit.
7. Praga, República Checa
Tras sacudirse la resaca del comunismo, Praga se ha convertido en uno de los destinos más solicitados de Europa gracias a su gran oferta de restaurantes gourmet, coctelerías y cafeterías a la última. Pese a todo, aún presume de viejos pubs y restaurantes tradicionales donde degustar un contundente plato de cerdo con knedliks acompañado de cerveza. El casco histórico cuenta con un laberinto de callejones adoquinados, patios antiguos, oscuros pasadizos y numerosas iglesias, todo presidido por un castillo de 1100 años de antigüedad. En ellos se puede saborear la cultura de una de las ciudades más bellas de Europa.
Consejo Deleitarse con el legado barroco de Praga en el restaurante Pálffy Palác (www.palffy.cz).
8. Edimburgo, Escocia
Edimburgo © Martie Swart - www.flickr.com/photos/martie1swart/6188611785
La capital escocesa es un destino clásico, donde convergen lo antiguo y lo moderno. Al pasear por cualquiera de sus calles es fácil toparse con ultramodernos locales nocturnos en edificios del s. XV, o respiraderos de mansiones georgianas. Ahora bien, si el viajero sigue caminando llegará un momento en que dará con imponentes almenas, fríos picos volcánicos y colinas impregnadas de tradición ancestral. La urbe también es conocida por albergar en agosto el Festival Internacional de Edimburgo, uno de los mayores y más bulliciosos acontecimientos artísticos del mundo; imprescindible reservar con antelación.
Consejo Una semana antes del Fringe tiene lugar el Festival de Jazz y Blues de Edimburgo (del 31 de julio al 9 de agosto); véase www.edinburghjazzfestival.com.
9. París, Francia
¡Oh, París! ¿Acaso queda algo que decir sobre ella? Todo el mundo conoce el guión a la perfección: cruceros románticos por el Sena, personajes bohemios en los cafés, monumentos impresionantes, bulevares sugerentes, arte magnífico, la Bastilla, la Torre Eiffel, y, cómo no, quesos, chocolates, vinos y ostras; París es, una maravilla para los sentidos. Muchos de sus atractivos están a lo largo del río, y cada uno de sus barrios presume de un carácter único, de manera que no es necesario irse demasiado lejos para disfrutar de lleno.
Consejo Para elegir el barrio donde hospedarse, lo mejor es tener en cuenta su oferta de museos, vida nocturna y zonas de compras.
10. Nueva York, EE UU
La Gran Manzana (Big Apple) lo tiene todo: ocio de primera, galerías de arte, museos de renombre, grandes edificios y estatuas, hedonismo, excesos, clase, estilo y una renovada oferta culinaria (los neoyorquinos son una especie única y de por sí una atracción). No hay que olvidarse del Empire State Building, Times Square, Greenwich Village y el Soho. Y, cómo no, redondear el viaje tomando el ferry a Staten Island.
Consejo El Secret Chinese Garden de Staten Island es una joya.
