Mánchester

Texto por
Jemima Forbes, autora de Lonely Planet
Portico Library, en Mánchester
© Christina Nwabugo/Lonely Planet

Por qué ir a Mánchester

Comida deliciosa, deportes mundiales, arte bellísimo, sensacional arquitectura de la era industrial: Manchester es la ciudad que tiene algo para todo el mundo. Ha crecido estos últimos años en población y renombre, convirtiéndose en un diverso centro creativo, musical y gastronómico digno de visitar. Para ponerlo simple: es de las mejores ciudades de Inglaterra
 

Cuando ir

Temporada baja (sep-dic)

  • La temporada de fútbol empieza para los más aficionados al deporte.
  • En otoño las hojas cambian de color y se puede esperar rica cocina de temporada.
  • Los hoteles bajan los precios y es posible encontrar ofertas (aunque no en los días de partidos de fútbol)
  • En Navidad se pueden encontrar muchos mercados navideños

Presupuesto diario

  • Habitación doble en un hotel de media gama: 110-200 €
  • Cena en un restaurante local: 20-45 €
  • Café: 3,50 €
  • Cerveza: 5,50 €
  • ‘Brunch’: 10-15 €
  • Entradas a música en directo: 5-50 €

 

Itinerarios perfectos

Cuatro días por Mánchester

Día 1: Visitar algunas de las joyas creativas y arquitectónicas de la ciudad

La mayor parte de las atracciones de Mánchester están en el centro, así que ese es el mejor lugar para alojarse. Las numerosas opciones céntricas de alojamiento abarcan desde el impecable hotel-boutique King Street Townhouse y el elegante apartotel Whitworth Locke hasta el genial hotel de temática cervecera BrewDog Doghouse.

Independientemente de dónde se aloje el viajero, necesitará un buen desayuno para empezar su primer día de visitas. Afortunadamente, en el centro de Mánchester abundan las opciones que sirven delicias tanto dulces como saladas, incluidos el Pot Kettle Black, el Ezra & Gil y el Moose Coffee. Mientras se hace la digestión, se puede dar un paseo por algunos céntricos puntos de interés. En Albert Sq se puede ver la fachada gótica del ayuntamiento de Mánchester, además de algunas decoraciones de temporada, como calabazas de vivo color naranja en Halloween, parpadeantes guirnaldas de luces en Navidad y alegres farolillos rojos durante el Año Nuevo chino.

Se puede terminar este pequeño paseo en St Peter’s Sq, que alberga la increíblemente fotogénica Biblioteca Central de Mánchester y la estatua de la famosa sufragista Emmeline Pankhurst. Luego se puede ir hacia el sur por Oxford St/Oxford Rd hasta la Whitworth Art Gallery, a unos 25 min a pie o a 10 min en autobús. Este majestuoso edificio, que data de finales del s. XIX, alberga extraordinarias obras de arte. Destacan las salas dedicadas a las bonitas acuarelas de artistas como J. M. W. Turner y John Edward Taylor, así como a las obras maestras prerrafaelitas de Rossetti. Incluso hay varias salas llenas de extraordinarios fragmentos de papeles pintados que datan de hace décadas y siglos.

Estatua de Emmeline Pankhurst. © Christina Nwabugo/Lonely Planet

Estatua de Emmeline Pankhurst. © Christina Nwabugo/Lonely Planet

El café tipo invernadero de la galería es un sitio encantador para almorzar cuando se hayan acabado de examinar los cuadros y grabados. Se puede optar por sustanciosas sopas caseras o cuencos de Buda de supercereales mientras se contemplan las vistas del parque circundante. Después de almorzar, y si el tiempo acompaña, se puede dar una vuelta por el arbolado Whitworth Park, uno de los parques más encantadores de la ciudad. En primavera es un lugar genial para contemplar bonitas flores, mientras que en otoño se convierte en un estallido de color.

A continuación se cruza Oxford Rd y se baja por Hathersage Rd hasta los Victoria Baths. Esta casa de baños parcialmente restaurada, un edificio protegido de Clase II, es una de las estructuras eduardianas tempranas más bonitas de la ciudad. Aunque aún no es posible bañarse, se puede acceder a los baños turcos exquisitamente alicatados y a tres piscinas independientes durante los circuitos gratuitos del edificio los miércoles entre las 11.00 y las 15.00. El edificio también acoge regularmente ferias y festivales de temporada (véase su web para información sobre próximos eventos).

Si el viajero no consigue entrar, puede dedicar un breve momento a admirar la fachada de ladrillo rojo del edificio antes de dirigirse al cercano Pankhurst Centre en Nelson St. Esta modesta vivienda adosada es la antigua casa de Emmeline Pankhurst, un lugar ampliamente considerado como la cuna del movimiento internacional por el sufragio femenino. Se puede ver el salón donde se celebraron algunas de las primeras reuniones y echar un vistazo a exposiciones que ilustran el activismo femenino tanto en el pasado como en el presente.

El viajero puede volver sobre sus pasos por Oxford Rd y entrar en el Hatch (un espacio contemporáneo con diversos establecimientos de comida y bebida) o el The Deaf Institute (un agradable pub y local de música en directo) para beber algo. Si no, puede tomar uno de los numerosos autobuses en dirección al centro. Normalmente el billete no cuesta más de 2,30 € para un solo viaje; también se puede comprar un bono AnyBus por 5,80 € para viajes ilimitados durante todo el día.

Si el primer día del viajero en Mánchester cae entre miércoles y domingo, quizá quiera hacer de la Escape to Freight Island su destino nocturno (está cerrada lunes y martes). Esta innovadora zona de restauración, ubicada en un antiguo depósito de mercancías cerca de la estación de Manchester Piccadilly, se inauguró a finales del 2020 y ya es un destino muy popular entre locales y visitantes.

Este sitio alberga una amplia gama de atractivos locales para comer, con opciones como pizza, sopa pho, hamburguesas y tacos. El viajero incluso puede ver cómo preparan comida sobre las llamas en el ostentoso Carnival o disfrutar de tablas de quesos artesanales y vinos en el acogedor Forever Changes. En algunos locales es necesario reservar, sobre todo los fines de semana.

Si después de comer apetece disfrutar de una copa bien preparada, el Jane Eyre Cocktail Bar (que toma su nombre de la madre del propietario y no de la novela del s. XIX) es una visita imprescindible: su extraordinaria carta presenta bebidas que incluyen ingredientes como ginebra con albahaca, vino de nectarina y brandi con té chai. Si el viajero desea algo más sencillo, puede ir al Pomona Island para disfrutar de cervezas ácidas con toques cítricos y ales envejecidas en barril, o tomar una sidra en el Kopparberg Bar.

La comida y la bebida no es lo único que ofrece la Escape to Freight Island. También se puede disfrutar de un amplio programa de ocio de pago, desde espectáculos de comedia y actuaciones de DJ hasta conciertos de música en directo. Incluso se puede pasar la noche bailando sobre patines en la Good Life Skates, una pista de patinaje-discoteca.

Estación de Manchester Piccadilly. © Alberto Manuel Urosa Toledano / Getty Images

Estación de Manchester Piccadilly. © Alberto Manuel Urosa Toledano / Getty Images

 

Día 2: Un día con historia

Las actividades del segundo día se inician a las 8.00 con un desayuno en la esquina noroeste del centro urbano. El viajero puede coger fuerzas en el Federal (ideal para los amantes de las tostadas con aguacate) o en el Blacksheep Coffee, ambos situados en Deansgate.

Es hora de visitar un museo. Dependiendo de los intereses del viajero, existen tres opciones destacadas en esta zona de la ciudad. El National Football Museum es imprescindible para los amantes del deporte, con cuatro plantas abarrotadas de raros objetos y recuerdos de fútbol. Es el único museo de pago de la ciudad (adultos/niños 14/8 €), pero su interactiva Play Gallery (Galería de Juego) bien merece el precio de la entrada.

Otra opción es el People’s History Museum, que arroja luz sobre el pasado social y político de la ciudad a través de interesantes exposiciones sobre los activistas más inspiradores de Gran Bretaña. No hay que perderse las exposiciones dedicadas a la masacre de Peterloo, que convirtió la cercana St Peter’s Sq en el escenario de una tragedia en agosto de 1819 después de que la caballería cargara contra una multitud de pacíficos manifestantes.

Por último, pero no por ello menos importante, está el Science and Industry Museum. Es una de las mejores opciones para familias, ya que ofrece una maravillosa visión de las históricas industrias e innovaciones de Mánchester, desde el transporte ferroviario de pasajeros hasta la informática moderna. El museo está escondido en Liverpool Rd, no demasiado lejos de las ruinas romanas de hace 2000 años de Castlefield, que datan de la época en que la ciudad era conocida como Mamucium. Si el viajero ya ha terminado de visitar el museo de su elección a las 11.00, puede echarle un vistazo a la Chetham’s Library. Con una fantástica arquitectura medieval, se trata de la biblioteca pública más antigua del mundo angloparlante, y se pueden reservar circuitos gratuitos en línea con antelación.

La elegante zona de Spinningfields queda a poca distancia a pie de los tres museos y alberga numerosos excelentes restaurantes locales y regionales de cadena que son perfectos para un almuerzo rápido. Entre las mejores opciones se incluyen el Thaikhun para curris verdes picantes, el Nudo Sushi Box para opulentos rollitos de salmón y el Dishoom para deliciosa y reconfortante comida casera india.

También se puede sacar provecho del tentador y extremadamente asequible menú de almuerzo del 20 Stories (dos platos desde 21,50 €). Este elegante restaurante tipo bistró se halla en la 20ª planta de la torre Nº 1 Spinningfields y cuenta con una fantástica terraza con vistas de la ciudad.

Tras almorzar, el viajero puede bajar a pie por Deansgate y contemplar la fachada neogótica de la John Rylands Library. Luego puede tomar la línea azul del tranvía desde Deansgate-Castlefield o St Peter’s Sq hasta Exchange Quay (10 min). Se recomienda comprar un bono de día para fuera de horas punta (4 € aprox.), ya que probablemente se volverá a usar el tranvía.

Interior de la John Rylands Library. ©coward_lion/Alamy Stock Photo

Interior de la John Rylands Library. ©coward_lion/Alamy Stock Photo

Desde Exchange Quay se gira a la derecha por Ordsall Ln para ir a echar un vistazo a la Ordsall Hall (abierta de domingo a jueves; gratis), una atractiva casa solariega de estilo Tudor que ofrece un maravilloso contraste con la zona industrial circundante y que, sin duda, es uno de los lugares de patrimonio nacional más infravalorados de la ciudad. Su Gran Salón, su cocina y sus dormitorios muy bien conservados están cargados de fascinantes anécdotas históricas, mientras que los terrenos cuentan con un aromático jardín de hierbas y un huerto tradicional.

El viajero puede dedicar un par de horas a explorar esta joya del s. XVI antes de volver a tomar el tranvía hasta el MediaCityUK. Este genial barrio contemporáneo se extiende a lo largo del Manchester Shipping Canal y alberga numerosos e importantes estudios de grabación de televisión. Se puede dar un paseo por los compactos, pero llenos de plantas, Blue Peter Gardens (en estos jardines incluso es posible que se vea la grabación del popular programa infantil británico Blue Peter) antes de cruzar el puente peatonal Media City Footbridge.

Al otro lado del canal es difícil no ver la enorme estructura que parece salida de la era espacial y que alberga el IWM North (Museo Imperial de la Guerra - Norte). Este museo hermano del Imperial War Museum (Museo Imperial de la Guerra) de Londres se distingue por sus exposiciones centradas en personas corrientes atrapadas en la guerra que retratan vívidamente dramáticos detalles e historias olvidadas de varias batallas acaecidas durante los últimos 150 años. También ofrece una experiencia cinematográfica de 360° increíblemente inmersiva, con proyecciones cada hora, en la sala de exposición principal.

Tras visitar el museo, se puede volver a la MediaCity a través del ultramoderno y peatonal Millennium Bridge e ir hasta el The Alchemist para tomar un aperitivo. Esta fantástica coctelería (una de las tres sucursales que tiene en la ciudad), situada al borde del agua, ofrece espectaculares vistas de la puesta de sol sobre el canal (según la época del año). También tiene muchos cócteles sin alcohol para los abstemios: el Marmalade Spritz, elaborado con el aperitivo sin alcohol Everleaf Forest, está especialmente delicioso.

Los amantes del teatro seguramente quieran ver una obra, ya sea un musical, una drama de Shakespeare o algún espectáculo de comedia en vivo, en el cercano teatro The Lowry (se puede cenar antes en el The Alchemist, que ofrece una amplia carta de platos de inspiración internacional para compartir). Si no, se puede volver con el tranvía a Deansgate, desde donde hay un corto paseo hasta el HOME, cuyo restaurante en la primera planta tiene una acogedora decoración y una carta irresistible, con opciones como cordero asado a fuego lento, lasaña de calabaza asada y pizzas al horno de leña.

Si lo que se busca es una actividad nocturna organizada, el HOME alberga tanto un cine como un teatro que acoge producciones en directo más independientes. Si el viajero prefiere relajarse tomando una tranquila copa antes de acostarse, el Atlas Bar, contiguo a la estación de Deansgate, sirve más de 100 tipos diferentes de ginebra, mientras que el pequeño Peveril of the Peak, en Great Bridgewater St, es uno de los pubs más evocadores de Mánchester. También se puede tomar una copa de vino en el The Refuge, en Oxford Street, o visitar el Three Little Words para disfrutar de un sabroso cóctel elaborado con la galardonada ginebra Manchester Gin e infusionado con cítricos o frambuesa.

 

Día 3: Disfrutar de un día tranquilo en los barrios más de moda de la ciudad

Una vez visitados buena parte de los museos y monumentos de Mánchester, es hora de disfrutar de un día más relajado. Y no hay mejor lugar para empezar que el Northern Quarter (abreviado como NQ).

Esta zona de moda al norte de Piccadilly Gardens alberga innumerables y geniales cafés, numerosas tiendas independientes y un sinfín de arte callejero digno de fotografiar. Tampoco escasean las opciones para desayunar: el Chapter One es tanto una tetería como un emporio de libros independiente, mientras que el Ezra & Gil sirve todo tipo de platos de brunch que varían según la temporada.

Arte callejero en NQ. © Christina Nwabugo/Lonely Planet

Arte callejero en NQ. © Christina Nwabugo/Lonely Planet

Si se prefiere un café y algo dulce, hay que ir hasta el barrio de Ancoats (solo hay que cruzar al otro lado de Great Ancoats St) para disfrutar de cruasanes, cruffins (una mezcla de cruasán y muffin) y mucho más en el TROVE, la Companio Bakery o el Pollen. Todos quedan a escasa distancia del New Islington Marina, un sistema de canales bordeado de zonas de parque urbano que ofrece el telón de fondo perfecto para un desayuno al aire libre.

Una vez se tenga el estómago lleno, es hora de explorar el Northern Quarter. Muchas de sus estrechas calles bordeadas de edificios de ladrillo rojo se parecen mucho a las de Manhattan, tanto que han servido para recrear escenarios de Nueva York en numerosas películas y programas de televisión. Entre los principales establecimientos comerciales a los que hay que echar un vistazo se incluyen Afflecks (con ropa vintage, recuerdos espirituales y artículos de coleccionista en diferentes medios), Fred Aldous (un paraíso para los amantes del arte y las manualidades), el Manchester Craft and Design Centre (con piezas de artesanía y diseño) y Piccadilly Records (discos).

Cuando el viajero haya acabado de disfrutar de los eclécticos encantos del NQ, probablemente sea hora de almorzar. El Mackie Mayor, un mercado de carne victoriano convertido en una zona de restauración de moda, alberga un puñado de fantásticos locales que, en su conjunto, cubren prácticamente cualquier tipo de antojo de comida que se pueda tener, desde alitas de pollo fritas hasta picantes fideos tailandeses. Si no, se puede ir al Street Urchin, en Great Ancoats St, para disfrutar de una amplia gama de cambiantes platos de pescado y marisco, como ñoquis con cangrejo o crema de mariscos, aunque también ofrece algunas opciones vegetarianas.

Por la tarde, si el viajero no puede resistirse a entrar en otro museo, el Northern Quarter alberga una auténtica joya. El Greater Manchester Police Museum, en Newton St, solo abre los martes y está totalmente gestionado por voluntarios. Los amantes de los crímenes reales disfrutarán con la Sala del Crimen, ya que arroja luz sobre algunos de los delincuentes más astutos de la ciudad, incluido un famoso falsificador que hizo billetes falsos por valor de más de 20 000 £ durante la II Guerra Mundial. El museo también alberga la réplica de un juzgado y celdas victorianas restauradas, permitiendo que el viajero se haga una idea de cómo era la vida de un delincuente condenado.

Si no es martes, el viajero puede ir directamente a los Piccadilly Gardens y luego bajar por Mosley St hasta la Manchester Art Gallery. El principal espacio creativo de la ciudad está repleto de bonitas obras, incluidos óleos prerrafaelitas, acuarelas renacentistas y serigrafías contemporáneas. También vale la pena echarle un vistazo al espacio de exposiciones temporales, al igual que a la magnífica tienda de regalos en el vestíbulo.

El Northern Quarter y Ancoats albergan algunos de los mejores bares y locales de música de la ciudad, haciendo que esta zona sea el lugar lógico para la próxima aventura nocturna del viajero. La zona ofrece muchas opciones, como asistir a divertidísimos espectáculos de monólogos en el Frog and Bucket Comedy Club, jugar a ping-pong entre pinta y pinta en el Twenty Twenty Two o sencillamente tomarse una copa en uno de los muchos bares o cervecerías de moda (casi todos también sirven comida).

Además, muchos locales ofrecen música en directo y actuaciones de DJ, como el Band on the Wall, el SOUP, el Matt & Phreds y el Night & Day Café. Si no, la plaza Cutting Room Sq de Ancoats está llena de locales. El viajero puede atiborrarse de sabrosa pizza en el Rudy’s antes de disfrutar de una pinta o dos en la SEVEN BRO7HERS Beerhouse o el Edinburgh Castle Pub. Luego los auténticos noctámbulos pueden dirigirse al Gay Village de la ciudad, donde hay varias discotecas que están abiertas hasta la madrugada.

 

Día 4: Hacer una excursión de un día fuera de la ciudad

Si el viajero se queda un día más, puede considerar la posibilidad de hacer una excursión fuera de los límites de la ciudad. La ubicación de Mánchester en el centro del norte de Inglaterra permite que se pueda llegar fácilmente a espectaculares parques nacionales, antiguos y encantadores pueblos fabriles y algunos de los mejores barrios del Gran Mánchester.

Practicar excursionismo por el Peak District

El Peak District National Park es un paraíso para los excursionistas, con Edale, el punto de partida para recorrer numerosos senderos, a solo 70 min en tren de la estación de Manchester Piccadilly. Además de pasar en ruta por frondosa campiña, se cruzará la localidad de Marple. Hay que fijarse en los carteles de Agatha Christie que hay en el andén de la estación y que son un reconocimiento a la escritora por haber llamado Jane Marple a su famosa detective en honor a Marple Hall, una antigua casa solariega local que Christie supuestamente visitó en 1929.

Tras bajar en la estación de Edale, se pueden seguir los carteles hacia el noroeste para subir a la meseta de Kinder Scout (el punto más alto del Peak District) o ir hacia el sur para ascender por diferentes senderos hasta el Mam Tor. Esta espectacular colina de 517 m de altura, cuyo nombre se traduce como “colina madre”, ofrece increíbles vistas panorámicas de los valles circundantes. Desde allí se puede cruzar la cresta hasta el Back Tor o descender hasta Castleton, un pintoresco pueblo que alberga varios pubs para almorzar y el Peveril Castle, un castillo en ruinas del s. XII.

Excursionista por Mam Tor en Peak District National Park. © ChrisHepburn / iStockphoto / Getty Images

Excursionista por Mam Tor en Peak District National Park. © ChrisHepburn / iStockphoto / Getty Images

Consejo: al volver a Mánchester, la estación de Piccadilly resulta práctica para visitar alguna de las muchas cervecerías artesanales de la ciudad. Entre las opciones a e min a pie de allí se incluyen la Alphabet Brewing Company (famosa por sus IPA con sabor a frutas), la Cloudwater Brew Co. (una opción genial para los amantes de las cervezas ácidas) y la Beer Nouveau (cuyo equipo usa antiguas recetas y, principalmente, ingredientes silvestres).

 

Dejar salir el lado creativo en Hebden Bridge

A menos de 40 min en tren de Mánchester, esta encantadora población con mercado de West Yorkshire ha sido durante décadas un paraíso tanto para artistas como para miembros de la comunidad LGTBIQ+. Se pueden visitar numerosas galerías de arte, extravagantes cafés y pintorescos bares junto al canal, incluidos la independiente Hope Gallery, el pub Stubbing Wharf y el Nelsons Wine Bar, apto para veganos.

Si se tiene tiempo, se puede recorrer el sendero The Buttress de subida a Heptonstall (unos 30 min), un pequeño pueblo con un excelente mirador con vistas a Hebden Bridge. Aquí también se encuentra el cementerio de la iglesia en ruinas de San Tomás Apóstol, lugar final de reposo de la famosa poeta estadounidense Sylvia Plath.

 

Probar la vida suburbana en Didsbury

Con sus calles arboladas y sus cuidadas casas victorianas, Didsbury es uno de los barrios más atractivos de Mánchester y un lugar encantador para pasar una tarde. Se puede llegar fácilmente a West Didsbury en autobús o tranvía desde el centro de la ciudad, o se puede tomar el tren al aeropuerto de Mánchester hasta East Didsbury (en ambos casos se tardan menos de 30 min).

Además de numerosos sitios para comer y algunas tiendas locales (desde delicatesen y pastelerías hasta tiendas de libros de segunda mano), aquí está el Fletcher Moss Park. Este parque público cuenta con atractivos jardines botánicos y un salón de té que en sus terrenos suele albergar varios camiones de comida durante los meses de verano. Desde el parque también se puede seguir el sendero junto al río Mersey hacia el oeste hasta la igualmente encantadora área suburbana de Chorlton (1 h aprox.).

 

El autor

Jemima Forbes

Me dedico a tiempo completo a escribir sobre mis viajes y exploraciones. Aunque he vivido y trabajado alrededor del mundo, Inglaterra es donde nací y el lugar que siempre voy a llamar 'hogar'. Mánchester tiene un significado especial para mí: es donde he vivido más tiempo y siempre ha conseguido satisfacer mi corazón hambriento. 

Instagram: @jemimamforbes
Twitter: @JemimaForbes

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