10 fotos que nadie debería perderse
1. Torre Eiffel
La vista más famosa, la más popular de París, la más fotografiada, esa que nadie se puede perder de ninguna manera es la que se contempla desde la Torre Eiffel. Lo mejor es subirse a ella al atardecer y ver las luces parpadear por todo París. Cada una de sus plataformas ofrece una perspectiva diferente de la ciudad y todas son vistas panorámicas, con el prestigioso barrio de Passy (16eme arrondissement) extendiéndose por las lejanas orillas del Sena al oeste. Muchos consideran que las mejores vistas son las que se contemplan desde la 2ª planta (a 115 m), ya que a pesar de la altura aún se aprecian los detalles de la ciudad. Telescopios y mapas panorámicos colocados alrededor de la torre señalan ubicaciones de París y más allá. En esta planta hay además un “pozo de visión” que permite mirar hacia abajo a través de paneles de cristal.
Para ver la Torre Eiffel y hacer esa foto típica con el famoso monumento de fondo, hay que buscar un buen punto de observación. Justo enfrente existe uno inmejorable: el Palais Chaillot, un museo dedicado a la arquitectura y el patrimonio francés desde el que se tienen unas vistas de primera de la Torre Eiffel.
Las vistas de París redimen a este rascacielos sin gracia alguna, que mide 210 m de altura y fue construido en 1973 con acero y cristal ahumado. Alberga oficinas con capacidad para 5000 trabajadores y ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad. El ascensor más veloz de toda Europa conduce a los visitantes en solo 38 segundos hasta el observatorio de la planta 56 donde se encuentra un centro de exposiciones, de videoclips y terminales multimedia y el restaurante más elevado de la ciudad, Le Ciel de Paris. Si queremos todavía más vistas, se puede terminar subiendo las escaleras que van a la azotea de la planta 59.
Desde su azotea se ven gratuitamente algunas de las mejores vistas de París. Estas galerías son además los grandes almacenes más famosos de París, repartidos entre tres edificios: las secciones principales (bajo una histórica cúpula que cumplió 100 años en 2012), las de hombre y las dedicadas al diseño del hogar. Se puede ver arte moderno en su galería (primera planta), presenciar un desfile de moda un viernes o subir a la azotea para disfrutar de las vistas panorámicas de París.
5. Parc de Belleville
Unas cuantas manzanas al este de Bd de Belleville, el encantador y poco conocido Parc de Belleville cuenta con una colina a casi 200 m sobre el nivel del mar y en medio de 4,5 Ha de vegetación. Merece la pena subir a lo más alto: las vistas son de las mejores de la ciudad y no hay demasiados turistas que se acerquen a descubrirlas.
6. Arco de Triunfo
El Arco de Triunfo es una de las imágenes más fotografiadas de París, pero muchos se limitan a disparar sus cámaras a ras de calle y pasan por alto que desde allí se contemplan también unas maravillosas vistas de los Campos Elíseos. Quienes se animen a subir las 284 escaleras hasta la plataforma de observación en lo alto del arco de 50 m de altura, se verán recompensados con magníficas vistas del oeste de París. El Arco de Triunfo es el punto más alto de la línea de monumentos conocida como axe historique (eje histórico, también llamado el gran eje), y ofrece vistas hacia el este desde los Campos Elíseos hasta el obelisco de Place de la Concorde y más allá de la pirámide de cristal del Louvre, y hacia el oeste hasta el distrito de rascacielos de La Défense.
7. Grande Arche
El Arco de la Défense es el punto perfecto para tener grandes vistas del Arco de Triunfo, aunque de momento no se puede acceder a su azotea ya que ha sido suspendido el acceso indefinidamente por motivos de seguridad. El Grande Arche es el edificio definitivo de La Défense, un complejo que cuenta con más de 100 edificios. Se trata de una impresionante estructura de mármol blanco en forma de cubo construida en la década de 1980 y que ahora alberga oficinas comerciales y gubernamentales. El arco marca el extremo occidental del axe histórique, aunque el arquitecto danés Johan-Otto von Sprekelsen lo diseñó deliberadamente algo desalineado.
Aunque solo tiene seis pisos, las vistas desde la azotea son impresionantes y nos permitirán descubrir el corazón de París muy de cerca. Este centro artístico ultracontemporáneo fue una apuesta personal del antiguo presidente francés Georges Pompidou (1977). Los ganadores del concurso, Renzo Piano y Richard Rogers, diseñaron el edificio de dentro hacia fuera, con todos los elementos funcionales, como cañerías, tuberías, conductos de ventilación y cables eléctricos formando parte de la fachada. A la azotea se sube por unas escaleras externas que hay en los tubos. La entrada está incluida en la del museo pero también se puede comprar un panorama ticket (3 €) para acceder solo a la azotea.
Una propuesta única: contemplar París a vista de pájaro desde un globo aerostático. Este globo de helio anclado al suelo se eleva 150 m ofreciendo espectaculares vistas de París. También tiene una importante misión ecológica porque cambia de color según la calidad del aire y el nivel de contaminación. Los días que hace mucho viento, el globo no está operativo, por lo que es recomendable informarse antes. Está en el Parc André Citroën, en 2 Rue de la Montagne de la Fage.
Las vistas desde la escalinata de la basílica más famosa de París son estupendas, pero son incluso mejores si se sube a la cúpula central. Se puede acceder entre las 9 y las 19 h y cuesta 5 €. En el exterior, 235 escalones conducen a la cúpula, desde la que se divisa una espectacular panorámica de París. Se dice que en un día despejado la vista alcanza los 30 km de distancia. En la torre, una campana de 19 toneladas conocida como la Savoyarde es la más grande de toda Francia. Un útil funicular o el tren turístico que sale desde la Place Blanche evitan parte del ascenso a la basílica.
