Conocer cómo celebran estas fechas en otros países, las tradiciones que nos unen, pero que debido a la distancia y el clima se han ido adaptando, resulta una experiencia que recordaremos sin duda alguna.
En Costa Rica las opciones para disfrutar de la Navidad son infinitas y se puede elegir entre algo tradicional navideño, o alejarnos de las festividades y optar por pasar unas navidades totalmente diferentes.
Opciones para los más tradicionales:
Iluminación del Árbol del Hospital de los Niños
A primeros de diciembre tiene lugar una bonita tradición, que es la iluminación del gran árbol de Navidad que se coloca en el Hospital de los Niños. Con este gesto se pretende llevar la felicidad de estas fechas a los niños que permanezcan internados esos días. También a primeros de diciembre se procede a iluminar la fachada del Museo de los Niños al tiempo que se lanzan fuegos artificiales.
Festival de la Luz
Por iniciativa de la Municipalidad de San José, esta actividad se ha convertido tradición. Es un vistoso desfile nocturno en el que bandas de música y carrozas tematizadas, llenas de luz y color, con mensajes positivos para todos y especialmente para los más pequeños, recorren las calles atestadas de familias ticas que no se quieren perder este divertido festival que da la bienvenida a la Navidad tica. Entre todas las carrozas concurrentes se organiza un concurso y el año pasado fue precisamente la carroza presentada por el Instituto Costarricense de Turismo la que ganó el primer puesto.
Festejos populares de Zapote
En el distrito de Zapote, se organiza un festival que comienza el día de Navidad hasta la primera semana de enero. Se trata de una gran feria que aporta un aire muy festivo, que podría recordarnos más a las ferias veraniegas que a lo que podamos estar acostumbrados para estas fechas, pero sin perder el sentimiento navideño. Atracciones, puestos de comida y todo el colorido y jolgorio que aportan los ticos venidos de todo el país para no perderse esta gran feria. El momento álgido de la fiesta son las corridas de toros en las que no se infringe daño al animal, sino que se hacen juegos con el toro y un capote.
Tamaleada
Entre los platos típicos se encuentran el bizcocho, el maíz crudo, pierna de cerdo y el pavo… pero por encima de todos, los tamales son seguramente el plato más típico de las navidades ticas. Se trata de un plato tradicional hecho con una masa de maíz y puré de patatas a la que se le agrega cerdo o pollo y vegetales como zanahoria, aceitunas, chile dulce, pasas o ciruelas. Se envuelve en hoja de banano verde y se hierve en agua.
El Tope Nacional en San José
Se trata de una gran cabalgata: un verdadero desfile de jinetes con sus caballos. El 26 de diciembre acuden de todo el valle central y se reúnen en la capital para desfilar por las principales avenidas donde les ve pasar la multitud desde las aceras. Los trajes que más se ven son del tipo “cowboy” con camisas de cuadros y el típico sombrero de los vaqueros.
Opciones para los que se quieren alejar de lo tradicional:
Para aquellos que quieran hacer algo completamente diferente ya que se está en la otra punta del mundo las opciones son muchas:
Surf en familia
El que se sienta atraído por el deporte y el mar, qué mejor que hacer un curso de surf todos juntos y aprender a cabalgar sobre las olas. Las playas de la costa del Pacífico son perfectas para ello; playas con nombres tan sugerentes como Playa Hermosa, Tamarindo, Playa Langosta, Playa Escondida o Santa Teresa acogerán a la familia para poder aprender este fantástico deporte.
Para los más atrevidos que quieran practicar el rafting, el tubbing o el kayak, los ríos de Costa Rica ofrecen todos los niveles de dificultad, por lo que será fácil encontrar uno que se adapte a toda la familia.
Conocer la cultura indígena
Se puede pasar un día en la región de Talamanca acompañados por un guía del pueblo Bribri que enseñará, durante el paseo, las maravillas que vayan encontrando como especias utilizadas en la cocina, o tintes naturales utilizados en sus ceremonias. También se podrá aprender a hacer la bebida de los dioses, el Tsiru. Se trata de su bebida sagrada hecha a base de chocolate, vainilla, jengibre y el picante del chile.
Adentrarse en la naturaleza: otra opción más que apetecible es la visita a Parques Nacionales, observación de aves, de animales etc.
Aventura
Para quienes gustan de poner a prueba su adrenalina, la tirolina o "canopy", los tour en teleférico y las caminatas en puentes colgantes representan la mejor opción para vivir las más intensas emociones y a la vez explorar de una manera sin igual hermosos escenarios naturales.
Enclavada en la Cordillera Montañosa de Tilarán, la tirolina se practica en el Bosque Nuboso del pueblo de Monteverde. El circuito lleva dos o tres horas de inmejorable experiencia para observar el bosque circundante y más de 400 especies de aves. En el Valle Central. En el cantón de Turrubares, al oeste de la capital y con un clima seco y húmedo, se hace una veloz tirolina de un minuto en un cable de un kilómetro de largo, a una altura máxima de 100 metros y hasta 90 kilómetros por hora. Los más aventureros tienen 2.252 metros entre 13 cables, 21 plataformas, 2 torres y un rappel de 20 metros de altura, todo en unas dos horas.
Cerca del mar. En Bahía de Drake, en la Península de Osa, hay tirolina entre las alturas de un frondoso dosel, con vistas hacia ríos y exuberante vegetación. En la costa pacífica se puede visitar playa Herradura.Nada mejor que admirar la naturaleza desde el aire, suspendido entre las copas de los árboles
Relajarse
Para terminar siempre viene bien relajarse en las aguas termales volcánicas que ofrecen diversos hoteles y resorts a los pies de los volcanes especialmente a los pies del volcán Arenal.
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