El poder actualizador de la capital austríaca se pone de manifiesto en lugares como el Pratersauna, una antigua sauna situada en el parque Prater que se ha convertido en uno de los clubes emblemáticos de la ciudad. En su interior, varias pistas donde la música electrónica y el tecno no dejan a nadie quieto. En verano, las fiestas se extienden al jardín y a la terraza, que cuenta con una hermosa piscina abierta al baño en verano, durante el día y también durante las noches de los miércoles.
Un espectacular contraste con los ritmos tecno lo encontramos en Flo, la mejor tienda de ropa vintage del mundo, según grandes cabeceras. En esta tienda, que enamora a cualquier amante del estilo (las modas pasan, el estilo permanece), encontramos prendas de segunda mano, en perfectas condiciones y a precios razonables, de los mejores diseñadores de la historia, como Helmut Lang, Karl Lagerfeld, Chanel, Kate Moss, Stella McCartney, Dries van Noten, Prada, Valentino o Donna Karan, entre muchos otros.
Con la llegada del buen tiempo un lugar ideal para tomar unas copas o refrescos es el bar situado en la terraza del hotel 25hours. Tomando un buen Spritz en el ático del edificio, contemplamos, desde un interiorismo basado en el circo, maravillosas vistas sobre el Museum Quartier o barrio de los Museos, con los edificios de la Ringstrasse y los palacios que la flanquean son memorables.
Y hablando de locales modernos donde tomar unas copas no hay que perderse el Phil Café. Se trata de un café-librería, con una muy buena decoración, libros para hojear, leer y comprar y unos cómodos sofás en los que relajarse con un café o un tentempié (con mucha oferta para veganos) y sentirse como en casa. Bueno, quizás no, pues todo el mobiliario está a la venta y quizás desaparece mientras comes…
Saliendo del Phil, casi enfrente, podemos entender de primera mano esta ciudad de contrastes entrando en el Café Sperl, uno de los más y tradicionales cafés vieneses de la ciudad, fundado en 1880, y escenario de la película “Un método peligroso”, con Viggo Mortensen y Michael Fassbender.
A la hora de la comida, o de la cena, si sentimos nostalgia del Mediterráneo y queremos comida del sur de Europa, en Viena se encuentra una de las mejores pizzerías de todo el continente, Italia incluida. Se trata de Il Mare, en la que, en cuanto cruzamos el umbral, el ambiente nos transporta a Sicilia. Y no solo el ambiente, porque el siciliano es el lenguaje que domina sobre todos y el que se oye hablar a propietarios, camareros y cocineros. Tal es su éxito que, desde su apertura en 1975, ya ha tenido que ser ampliado en cuatro ocasiones.
Texto y fotos: Anna Tomás
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