Actividades al aire libre en Liechtenstein
Tratándose de un país que vive con las botas de montaña puestas (en verano) o los esquís (en invierno), a nadie le extrañará la expectación que despierta la novísima Liechtenstein Trail. Y quien no sea fan de la montaña hallará muchas otras actividades al aire libre para disfrutar en este país, el más alpino que existe.
1. La Liechtenstein Trail
Ya es posible recorrer a pie un país entero en un fin de semana. A finales de mayo del 2019 Liechtenstein celebra su aniversario con una nueva ruta excursionista, diseñada para concentrar los ‘grandes éxitos’ del país. En realidad, no hay mejor manera de conocer la cuarta nación más pequeña de Europa –emparedada entre Suiza y Austria, cubierta de montañas, a caballo sobre el Rin y salpicada de castillos– que recorriendo esta ruta.
Fácilmente completable en dos o tres días, la ruta tiene 75 km y parte de la pequeña capital, Vaduz, coronada por el castillo del s. XII del príncipe de Liechtenstein, que alberga la bodega de Su Alteza. Desde allí la ruta recorre los 11 municipios del país atravesando viñedos y pastos, a lo largo de la orilla del Rin y por los páramos y la montaña. Por el camino se ven castillos que despiertan fantasías medievales, como el de Schellenberg, en ruinas, y el de Gutenberg, con torreones, en Balzers (para contar con una introducción histórica es buena idea descargarse la aplicación LIstory app). También se contemplan maravillas naturales, como las turberas de la reserva natural Ruggeller Riet y la cresta montañosa de Eschnerberg, con grandes vistas al valle del Rin. La web de la oficina de turismo ofrece un mapa e información sobre alojamiento.
La famosa ruta senderista Fürstensteig es como un rito de paso para los liechtensteinianos © trabantos / Shutterstock
2. Excursiones de altura en Liechtenstein
Si la Liechtenstein Trail abre el apetito por recorrer a pie este país montañoso tan bello y encantadoramente compacto, hay muchas rutas más para disfrutar del senderismo. Una de las más famosas es la de Fürstensteig (12 km, 5 h), que es como un rito de paso para la mayoría de los liechtensteinianos. Si se está en buena forma, se anda a buen paso y las alturas no son un problema, es posible recorrer esta ruta que, en algunos tramos, es muy estrecha y escarpada.
Con el inicio de ruta a 1400 m en Gaflei y finalizando en Planken, la Fürstensteig serpentea desde pastos hasta pinares y picos, con tramos expuestos asegurados por cuerdas y grapas al estilo de las vías ferratas. En el paso de montaña de Gaflei hay vistas memorables de la escarpada cordillera Drei Schwestern (Tres hermanas). El punto más elevado de la ruta es el Kuhgrat (2123 m), coronado por una cruz, con vistas impresionantes de la cordillera Rätikon y de los Alpes suizos y austriacos. Para disfrutar más de semejantes vistas es buena idea pasar la noche en el refugio Gafadurahütte, a 1428 m.
La cima del Augstenberg ofrece vistas de los Alpes liechtensteinianos, suizos y austriacos © starfishDeluxe / Shutterstock
Una alternativa espectacular es la Fürstin-Gina-Weg, de 12 km, que empieza en lo alto del telesilla Sareis, en Malbun. Se trata de una ruta circular de nivel alto que llega a la espectacular cima del Augstenberg (2359 m), con amplias vistas a los Alpes liechtensteinianos, suizos y austríacos, y con la opción de pasar la noche en el refugio Pfälzerhütte, el punto donde convergen los tres países. Una ruta un poco más corta y más sencilla es la Grüschaweg (5 km, 3 h) desde Vaduz hasta la aldea tradicional de montaña de Triesenberg, que atraviesa bosques de hayas y bonitos asentamientos walser. Es posible ahondar en la historia de los walser –una ‘tribu’ germanohablante del Valais que emigró por toda Europa en el s. XIII– en el Walsermuseum.
3. Trekking con llamas
Si los niños necesitan motivación para ir de excursión, ¿qué mejor que tentarles con la compañía de un ‘amigo’ peludo de cuatro patas y mirada inocente? En Triesenberg, Lama & Alpakahof ofrece circuitos de dos horas, de medio día y de día completo por esta frondosa y escarpada parte del país. Parten en todas las condiciones climáticas; y pasear por los bosques nevados en silencio junto a una llama es una experiencia que tiene algo especial. Estos animales de carga, originarios de Sudamérica, aprecian su espacio personal pero están encantados de pasear junto a la gente, sujetos por una correa holgada, a ritmo tranquilo. El mismo operador también organiza fondues y barbacoas como colofón a la excursión.
La ruta ciclista Three Country Tour atraviesa el precioso valle del Rin, Liechtenstein © Matteo Lovato / 500px
4. En bicicleta por Liechtenstein
Una de las grandes maravillas de visitar un país tan pequeño como Liechtenstein es que puede recorrerse entero en un día pedaleando en bicicleta, e incluso visitar las vecinas Suiza y Austria para alargar un poco la ruta. El país está dotado de excelentes rutas ciclistas bien señalizadas y de rutas para bicicletas de montaña que ofrecen vistas alpinas espectaculares a lo largo de cada trepidante descenso. El céntrico Liechtenstein Center de Vaduz alquila bicicletas y bicis eléctricas.
Una de las rutas más famosas (y con razón) es la Drei-Länder Tour, de 59 km, que puede recorrerse en unas cuatro horas en bicicleta de carretera y bici eléctrica. Empieza y termina en Vaduz, y se adentra por el valle del Rin, incluyendo algunas impresionantes vistas de montaña en Eschen y la antigua ciudad medieval tardía de Feldkirch en Austria. Después sigue el Rin hasta Buchs (en Suiza), coronada por un castillo, y cruza el nuevo y flamante puente Energy en Schaan antes de regresar a Vaduz. No hay grandes desniveles, por lo que es una ruta bastante fácil.
El castillo Gutenberg, en Balzers, forma parte de la histórica ruta ciclista Tour de los Cinco Castillos, Liechtenstein © Gaak / Shutterstock
Si apetece ver castillos, es buena idea optar por la ruta Five Castle Tour (45 km, 3 h), que conecta Liechtenstein con Suiza y recorre la historia de cinco castillos (como el nombre sugiere) en Vaduz, Buchs, Wartau, Sargans y Balzers. Otra opción es la ruta de 50 km y dos etapas SwitzerlandMobility Rheintal Bike, que recorre algunos de los mejores parajes de Liechtenstein y abarca todo el país, de viñedos a pastos, picos y la residencia del príncipe.
5. Liechtenstein con nieve
Como es el único país situado en plenos Alpes, Liechtenstein es muy vertical, y el paisaje de montaña es tan arrebatador como cabría esperar; una auténtica maravilla invernal. Si bien el principado no puede rivalizar con Suiza y Austria en cuanto a magnitud y altura de sus pistas de esquí, la oferta esquiable es buena, sobre todo para principiantes, esquiadores de nivel intermedio y familias que se atreven con sus primeras bajadas. En la cota 1600 m, la remota Malbun es la estación ideal para la práctica del esquí y el snowboard. El pequeño pueblo y con sus chalés de madera cobra vida cada temporada de invierno, con telesillas y telearrastres que transportan a los esquiadores hasta Sareis, a 2000 m de altura.
Malbun es el resort de esquí y 'snowboard' de moda de Liechtenstein © umwelttrenz / Shutterstock
Si uno prefiere deslizarse por el bosque helado en pleno y gozoso silencio, puede disfrutar del esquí de fondo en el valle de Valüna, con 15 km de pistas clásicas y de patinaje que empiezan en Steg, incluido un tramo de 3 km que se ilumina al caer la noche. Valünalopp ofrece forfaits, alquiler de material y clases de esquí. Si apetece algo más de acción, hay un montón de otras actividades, casi todas ellas centradas en Malbun, que incluyen excursiones con raquetas de nieve, escalada en hielo, descensos en trineo, patinaje sobre hielo y esquí de travesía.
Cómo llegar a Liechtenstein
Liechtenstein es un país pequeño, pero conviene planificar la visita con antelación, sobre todo si hay intención de recorrer la Liechtenstein Trail. Para informarse de horarios de la red de autobuses, visítese la web de LIEmobil. El aeropuerto más próximo es el de Zúrich, en Suiza. Desde allí hay se toma un tren a Sargans y después un autobús a Vaduz; es un trayecto de unas dos horas. Para más información, véase la web de SBB.