El Raval, en su día uno de los barrios más turbulentos de la ciudad, a pesar de tener aún algunas zonas sórdidas, ha vivido un notable rejuvenecimiento en los últimos años, con la aparición de museos y centros culturales de vanguardia, como el Museu d’Art Contemporani de Barcelona, diseñado por Richard Meier.

El Mercat de la Boqueria, una de las instituciones de Barcelona, ofrece su mejor cara por la mañana; conviene dedicarle al menos un par de horas. El cercano Museu d’Art Contemporani de Barcelona es una ventana a la vanguardia del arte.

Después de almorzar rodeado del elegante ambiente del Gats, se pueden ver una o dos exposiciones en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.

Al sur, vía la Granja M. Viader, se llega a la única gran obra de Gaudí del casco antiguo, el Palau Güell, y hasta la Església de Sant Pau del Camp.

La noche puede arrancar con un espectáculo en el Jazz Sí Club, seguido de una cena en el Suculent, para luego dirigirse a locales retro como el Bar Marsella, la Casa Almirall o La Confitería.