Montjuïc acoge algunas de las mejores colecciones de arte de la ciudad: el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), la Fundació Joan Miró y CaixaForum. También forman parte del paisaje otras galerías, jardines y un imponente castillo. Justo debajo de Montjuïc están los animados bares de tapas de Poble Sec, mientras que el barrio de Sant Antoni es actualmente el más de moda.

Comer en los restaurantes de la montaña suele salir caro, por lo que se aconseja llevar un pícnic. Lo mejor es llegar con el teleférico del puerto desde la Barceloneta, y luego subir hasta la cima para ir bajando la montaña en un paseo. El Castell de Montjuïc depara unas vistas maravillosas. Después de visitar la Fundació Joan Miró, se puede almorzar en los Jardins de Mossèn Cinto Verdaguer.

Se rememora la Barcelona olímpica en L’Anella Olímpica y el Estadi Olímpic, y se puede pasar el resto de la tarde explorando el Museu Nacional d’Art de Catalunya o alguna de las exposiciones de CaixaForum, en un edificio modernista.

Se recomienda ver el espectáculo de La Font Màgica y cenar unas tapas en el Quimet i Quimet. Luego se puede volver a Montjuïc para terminar la noche bailando en La Terrrazza.