La colina de Filopapos, también conocida como la colina de las Musas, ofrece las mejores vistas de la Acrópolis. El sosegado barrio de Thisio, al norte, floreció cuando se creó el paseo peatonal: los jóvenes atenienses han tomado la zona de cafés surgida bajo la Acrópolis, y las sencillas calles residenciales permiten descansar del turismo que copa el centro.

Lo mejor en un día

Para empezar, lo mejor es ir a la colina de Filopapos a fotografiar la Acrópolis, el golfo Sarónico y las montañas de la cuenca ática. Las laderas están salpicadas por almenas antiguas, un santuario a las musas, la prisión de Sócrates y una tranquila iglesia bizantina.

Se come a base de comida griega tradicional en el Gevomai Kai Magevomai de Thisio, y luego se va a una de las varias calles llenas de cafeterías. Es hora de relajarse tomando un café y ver pasar el mundo como hacen los atenienses. Otra opción es disfrutar de un té en el Peonia Herbs. Una vez recuperadas las fuerzas, toca arte moderno: el Museo Herakleidon incluye obras de Escher y Vasarely, y el Bernier/Eliades expone arte contemporáneo de alto nivel.

Antes de irse de bares, se pueden comprar entradas para el Teatro de danza Dora Stratu, que ofrece bailes griegos con elaborados trajes, en un teatro al aire libre en la colina de Filopapos, o ver una película en el Thission, también al aire libre y con vistas a la Acrópolis.