Los romanos llamaban a la Vía Apia Regina Viarum (reina de las calzadas). Debe su nombre a Apio Claudio el Ciego, quien trazó los primeros 90 km en el 312 a.C. Se extendió en el 190 a.C. para llegar a Bríndisi, en la costa sur del Adriático. Hoy es uno de los lugares más exclusivos de Roma, una bella calle empedrada y flanqueada de ruinas y pinos.
En abril hace sol, están las fervientes celebraciones de Semana Santa, hay azaleas en la escalinata de la plaza de España y se celebra el "cumpleaños" de Roma.
Para algunas atracciones, como la Ciudad del Vaticano, lo normal será recurrir al transporte público, gestionado por la ATAC (incluye autobuses, tranvías, metro y red de tren suburbano).
Villa Borghese, el más céntrico de los parques de Roma, en sus inicios (s. XVII) era la finca del cardenal Scipione Borghese.
