De lejos, las espléndidas ruinas del Château de Bourscheid son, sin duda, una de las más espectaculares del país. Se construyó sobre una antigua torre romana hacia el año 1000 y aún conserva el campanario original y la muralla interior. La muralla externa se añadió en 1350 y las mazmorras, en 1498. A pesar de estar en proceso de restauración, puede visitarse con audioguía. La subida hasta la plaza del s. XII queda recompensada con las vistas, enmarcadas por las torres, del bosque y el río en la lejanía, una zona llamada Buurschter Plage,
Château de Bourscheid

Michael Mantke_Shutterstock