High Line es un verde remanso peatonal situado por encima de las ajetreadas calles de NY © Andrew F. Kazmierski / Shutterstock.
Un futuro verde
Meatpacking District y Midtown están conectados por los 2,3 km de arbustos y árboles de High Line, un verde paisaje que comienza en Gansevoort St y avanza en paralelo a Tenth Ave hasta West 30th St, donde vira al oeste antes de culminar en West 34th. Este espacio renovado, con numerosas zonas para sentarse (desde gigantescos chaise lounges a bancos y graderías) que permiten disfrutar de varias instalaciones de arte público y de las actividades que aquí se celebran, es hoy una de las partes más queridas del barrio.
Este parque elevado está tachonado de lugares de reunión para disfrute de residentes y turistas © rarrarorro / Getty Images.
Más que un espacio público
La influencia cívica de High Line va mucho más allá de su importancia como uno de los primeros lugares de Manhattan en haber sido reecologizados. Así, mientras West Village y Chelsea siguen encantados con su recién descubierta naturaleza residencial, High Line ha dejado de ser un mero lugar público para convertirse en un animado punto de encuentro de familias y amigos. A lo largo de su trazado se encontrarán empleados con camisetas con la doble H de su distintivo logo que ofrecerán indicaciones e información adicional sobre el parque. También hay personal que se dedica a organizar exposiciones de arte y actividades varias. Y para los peques, circuitos en grupo de distintas temáticas, desde la flora del a la historia de la zona.
Al pasear por High Line se verá el Empire State Building, entre otros iconos neoyorquinos © Phillipe Debled.
Lo mejor de High Line
Robert Hammond, cofundador y director ejecutivo de Friends of the High Line, habló con estos autores para contarles porqué el parque y el barrio son tan especiales.
“Para mí, West Village es un recordatorio del pasado industrial de Nueva York y su futuro residencial. Lo que más me fascina de High Line son sus momentos ocultos, como la plataforma de observación situada en Tenth Ave, antes de cruzar 17th St: casi todo el mundo se sienta en las graderías; pero si uno se gira hacia el lado opuesto, verá la Estatua de la Libertad en lontananza. A los entusiastas de la arquitectura les encantará contemplar 18th St. Y al acercarnos a 30th St se produce otro de mis momentos favoritos: la eliminación de la estructura de hormigón que permite ver cómo pasa el tráfico por debajo.
“Un sitio muy recomendable para comer cerca de High Line es el Hector’s Café & Diner (44 Little W 12th St): barato, nada turístico y sin pretensiones; y, además, hacen unas cookies de rechupete. Si se está por la zona, hay que visitar tanto las galerías de arte de Chelsea (hay más de 300) como Printed Matter, con sus libros realizados por artistas. En el norte de Chelsea hay que echar un vistazo al Hôtel Americano y, si apetece una copa en un ambiente selecto, nada supera al Boom Boom Room, en lo alto del Standard Hotel; fundamental ir temprano y reservar con antelación”.
Puntos de acceso a la High Line
Gansevoort St esq. Washington St
West 14th St cerca de 10th Ave (con ascensor)
West 16th St near 10th Ave (con ascensor)
West 18th St cerca de 10th Ave
West 20th St cerca de 10th Ave
West 23rd St cerca de 10th Ave (con ascensor)
West 26th St cerca de 10th Ave
West 28th St cerca de 10th Ave
West 30th St cerca de 10th Ave (con ascensor)
West 34th St cerca de 12th Ave (con ascensor)
Para más detalles, véase: Home | The High Line
