Esta bella reserva es un auténtico espacio natural, accidentado y virgen en su mayor parte. El terreno ofrece desde praderas en alta montaña a bosque y sabana arbolada más baja, todo surcado por arroyos y tres ríos, como el Komati. Es un excelente destino senderista y un paraíso para ornitólogos, con más de 280 especies de aves. Flores silvestres y plantas raras son otros alicientes; muchas solo se encuentran en esta parte de África. El restaurante/recepción facilita folletos gratuitos sobre los senderos. Actualmente muchos visitantes llegan atraídos por el circuito Malolotja Canopy, que permite deslizarse por su bella y exuberante bóveda forestal en adrenalínicas tirolinas.