Las Vegas, la ‘Ciudad del Pecado’ invita a un viaje entre luces de neón por la espina dorsal del fantasioso mundo de los juegos de azar. Las marquesinas de los hoteles de lujo, la sinfonía de las máquinas tragaperras, el tintineo de los martinis y el sonido de DJ invaden los sentidos. Aquí se pueden sorber cócteles bajo palmeras y jugar al blackjack junto a una piscina. En una sola noche se puede ir de París al Salvaje Oeste, o a una isla tropical. ¡Solo hay que comprar una ficha y probar suerte!
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