Pese a que las selvas, ríos, mares y montañas de Guatemala no son especialmente ricas en fauna y flora, hay varias especies dignas de observación. La costa del Pacífico recibe a ballenas y tortugas, y los manatíes abundan en la región de Río Dulce. Las Verapaces son un destino frecuente para la observación de aves –incluso podría avistarse un quetzal–, igual que las junglas de El Petén, donde cabe la posibilidad de avistar jaguares, monos aulladores, armadillos y agutíes.