La isla Salt, en forma de T, es un lugar desolado. La producción de sal, que le dio nombre, sigue en activo, pero la gran atracción son los restos del buque británico  Rhone, que naufragó frente a la costa suroeste durante un huracán en 1867. Convertidos en Parque Nacional, los enormes restos del vapor lo convierten en uno de los mejores pecios del Caribe para hacer submarinismo. La popa reposa en aguas menos profundas, al alcance también de los buzos sin bombonas.