Acurrucado en el punto más septentrional de Martinica, Grand- Rivière es un pueblo pesquero aislado e intacto, repleto de edificios del s. XIX, con una ubicación ideal al pie de los acantilados, tapizados por selva tropical. El Mont Pelée es el telón de fondo al sur, al norte ofrece buenas vistas de la vecina Dominica, y a ambos lados hay playas de arena negra. Es la Martinica más salvaje y remota.